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Autoestima

Cómo superar la baja autoestima

Por Daniel Molina Deja un comentario

cómo superar la baja autoestima

Cómo superar la baja autoestima

La vida a veces se puede poner muy cuesta arriba. Hay momentos en que todo se vuelve realmente difícil, y nos cuesta asomar la cabeza. En esos terribles momentos es cuando llegamos a perder la seguridad en nosotros mismos, y perdemos toda la fe en nuestras capacidades personales. Es entonces cuando nos sentimos totalmente vulnerables, pudiendo sufrir ciertos trastornos que pueden acompañarnos a lo largo de nuestras vidas, y limitarnos para siempre. Es por ese motivo, que es esencial, aprender cómo superar la baja autoestima.

Todas las relaciones nos dejan marca, ya sea para bien o para mal, así como todas las experiencias que vivimos. Si nuestro desarrollo emocional se ha producido bajo la adversidad, ello nos afectará en nuestro modo de percibirnos y cómo nos desenvolvemos en el mundo que nos rodea. Una persona con autoestima baja es una persona herida, que no ha sabido valorarse y quererse tal y como es, y que debido a sus experiencias vitales negativas, tiene una concepción negativa sobre si mismo y sus capacidades.

Es muy sencillo caer en la trampa de culpabilizarse por todo. Podemos llegar a ser nuestros peores enemigos. Nos podemos juzgar muy severamente. Todo ello es porque hemos aprendido a menospreciarnos. Quizás las opiniones y juicios acerca de nosotros por parte de los demás han podido influir en nuestra concepción de nosotros mismos, pero autoestima responde a una aceptación de que no somos válidos.

Un desarrollo negativo de nuestra personalidad hará que nuestra autoestima se vea seriamente dañada. De ese modo, comenzaremos a rechazarnos y a culpabilizarnos por todo. Es una trampa emocional que puede llegar a destruirnos. No podemos caer en los fatalismos, y en destrozar todo lo bueno que existe en nosotros.

No debemos jamás comparanos a los demás, ni centrarnos por completo en nuestros defectos. Cada uno es como es, y es valioso por ese motivo. Además, podemos tener muchos e interminables defectos, pero éstos forman parte de nosotros, al igual que las millones de virtudes que tenemos. Por ese motivo, debemos centrarnos en todo lo bueno que tenemos y podemos aportar a los demás. Y sencillamente, nuestros defectos podemos mejorarlos, pero no tenemos que darles el protagonismo que no tienen en nuestras vidas. Debemos aprender a cómo superar la baja autoestima.

Cómo aumentar nuestra autoestima

Una autoestima baja no sólo nos limita en nuestra vida y en nuestras relaciones, sino que puede generar serios trastornos emocionales, además de llegar a padecer la temida depresión ciertos cuadros de ansiedad. La autoestima se debe tratar con tal de evitar enfermar, y destruir por completo todo nuestro mundo. No podemos dejar que nuestros miedos e inseguridades no nos dejen vivir en paz.

Nadie con una autoestima baja logra tener una vida plena y satisfactoria. No tener seguridad en uno mismo nos hace estancarnos, y es entonces cuando nos dejamos atrapar por el miedo. De ese modo, toda nuestra existencia se basará en intentar huir de nosotros mismos, y eso siempre genera un gran sufrimiento en la persona que lo padece.

Existen una serie de estrategias que nos pueden ayudar a la hora de aumentar nuestra autoestima, y de ese modo mejorar el concepto que tenemos de nosotros mismos, y alejarnos de todas esas emociones que nos hacen daño, y favorecen nuestro propio sufrimiento personal. Y entre estas estrategias encontramos:

  • Deja atrás tu zona de confort. Es importante sentirse seguro, pero no podemos dejar todo tal y como está. Tienes que aprender a cómo superar la baja autoestima, así que, comienza a hacer aquellas cosas que tienes pendientes y te generan tanto miedo. Hazlo a tu ritmo, pero hazlo. Tienes que asumir ciertos cambios por mucho miedo que te den. Paso a paso irás ganando en seguridad, y cuando vayas completando objetivos, comprobarás que tu autoestima aumentará. Te sentirás capaz de todo. 
  • Céntrate en lo bueno que hay en ti. Cierto es que tienes mil defectos, como los tenemos todos, pero debes centrarte en todas y cada una de tus virtudes. Todo lo que podamos mejorar, debemos hacerlo, pero no debemos fustigarnos por tener algún que otro defectillo. Tanto tus virtudes como tus defectos son parte de ti. Así que, cambia tu modo de pensar, y céntrate en lo positivo, y tus emociones cambiarán.
  • No te compares nunca con lo demás. Cada uno es como es, por ello nunca te podrás comparar con nadie. Cada persona tiene sus propias virtudes y sus defectos. Por ese motivo, compararte es algo irreal, y sólo conseguirás hundirte más, ya que sólo te fijaras en las virtudes de las demás personas, y boicotearás las tuyas. Aceptate tal y como eres. Aprende a valorarte de nuevo.
  • No te aisles y relaciónate. Habla con los demás y comunicate. Además de ayudarte a verbalizar cómo te sientes y comunicar tus emociones, te ayudará a explicar a los demás tus verdaderos sentimientos y cómo te percibes a ti mismo. Es importante que las personas que te quieren sepan cómo pueden ayudarte, y podrás escuchar sus opiniones constructivas que hará que tu autoestima puede elevarse.
  • Busca ayuda profesional. Si no sabes cómo superar la baja autoestima, debes apostar por la psicoterapia. La ayuda psicológica te proporcionará las estrategias necesarias para aumentar tu autoestima. 

Aumentar la autoestima es totalmente necesario. No podemos vivir permanentemente fustigarnos por nuestros errores o por nuestros defectos. Somos mucho más que eso. Debemos aceptarnos tal y como somos, o al final acabaremos por destruirnos, y hacernos daño, además de padecer trastornos tan graves como la ansiedad, la depresión o la fobia social entre otros. No tenemos que caer en esa trampa emocional. Cambia tu modo de pensar y tu modo de percibirte a ti mismo. Tienes mucho que aportar y aportarte. Mejora todo lo que puedas, pero nunca dejes de ser tu mismo. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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Baja autoestima y la dependencia emocional

Por Daniel Molina 2 Comentarios

baja autoestima y la dependencia emocional

Baja autoestima y la dependencia emocional

Lo realmente cierto, es que somos seres sociales. Necesitamos agradar y compartir con los demás. Nos gusta pertenecer a un grupo, donde las personas comparten valores, gustos, y emociones. Pero a veces esa necesidad de aprobación se vuelve patológica. La baja autoestima y la dependencia emocional entonces se unen estrechamente.

Existen personas que necesitan agradar a todas las personas que le rodean. Su baja autoestima les hace vulnerables a la crítica y a las opiniones de los demás, y son capaces de hacer lo que sea por ser realmente aceptados. Estas relaciones se basan en la dependencia. Es decir, las carencias emocionales pueden empujar a una persona a intentar agradar a los demás a toda costa.

La baja autoestima y la dependencia emocional están unidas por la necesidad. Es una necesidad que nace de las carencias afectivas y de la poca valoración de uno mismo, y tiene como objetivo intentar ser aceptados tal y como somos por los demás. Si no son aceptados ni queridos por los demás, esta clase de personas son incapaces de encontrarle un sentido a su existencia. Necesitan la aprobación y la atención de los demás.

¿Qué es la dependencia emocional?

Las personas que sufren dependencia emocional necesitan de modo incontrolable, el afecto y la atención de los demás. Sienten un miedo irracional al abandono y a la soledad, lo que hace que sean personas subordinadas en sus relaciones personales. Además, experimentan un deseo irrefrenable de exclusividad, y refieren que no podrían imaginarse su vida sin el calor de los demás.

La baja autoestima y la dependencia emocional se interrelacionan totalmente. Las personas dependientes, son personas con una autoestima muy baja. No se quieren, ni se valoran tal y como son. Y necesitan que los demás para que les ayude a valorarse a sí mismos.

Son personas que no pueden satisfacer sus necesidades emocionales por ellas mismas, por lo cual quieren cubrirlas estableciendo lazos afectivos inadecuados con otras personas. Es decir, llegan a desarrollar relaciones parasitarias y asimétricas, llevando a cabo actos de todo tipo. Su único objetivo es que las relaciones que establece con los demás perduren para siempre.

La baja autoestima y la dependencia emocional crean personas que ansían relaciones donde se sientan protegidas, y queridas. No les importa la calidad de sus relaciones, sino sentirse aceptadas dentro de ellas. Por ese motivo, establecen vínculos afectivos muy intensos e inestables. Son personas que harán todo lo que sea necesario para sentirse queridas.

¿Cómo afecta la dependencia?

El problema real de depender emocionalmente de los demás, es que si no se recibe la atención o el cariño que busca la persona dependiente, aparecen dudas irracionales acerca de la propia valía, y el aprecio que los demás nos tienen. Ello repercutirá en la autoestima y en el bienestar emocional de quien lo sufra.

Aparecen de ese modo, sentimientos negativos tales como la negación, el abandono, o el rechazo. De esta forma la tristeza se instala intensamente en la vida de la persona emocionalmente dependientes. Esta situación puede llevar a la persona dependiente a iniciar un círculo vicioso de vacío emocional e insatisfacción crónica. Y de ello es muy complicado salir, ya que se da paso a la temida depresión.

El miedo a estar en soledad puede llevar a este tipo de personas hacer lo que sea para tal de evitarla. Este hecho hace que los niveles de ansiedad de estas personas se eleven, ya que la persona llega a anticiparse a la posibilidad de poder estar en soledad, sumergiéndose en un estado ansioso, e involucrándose en relaciones realmente tóxicas y dañinas.

Mejorar la autoestima para combatir la dependencia emocional

La baja autoestima y la dependencia emocional son causa y efecto la una de la otra. Es decir, las personas que son emocionalmente dependientes, tienen una autoestima baja. Esto les empuja a buscar soporte y cariño de los demás. En definitiva, para estar bien, necesitan que las demás personas estén pendientes de ellas.

La realidad es que con quien mayor tiempo pasamos es con nosotros mismos. Es por tanto fundamental basar nuestro bienestar, en buscar nuestra propia aprobación, sin tener en cuenta la de los demás. Es esencial que nos queramos nosotros mismos si queremos que nos demás nos quieran. Cuando intentamos agradar a los demás sin aceptarnos ni queremos, caeremos fácilmente en una relación de dependencia.

Para conseguir gustarnos más debemos mejorar nuestra autoestima, y nuestra percepción de nosotros mismos. De ese modo podremos sentirnos bien, emocional y psicológicamente. Si nos aceptamos y nos queremos conseguiremos que los demás también lo hagan. Somos lo que proyectamos, así que debemos proyectar respeto y amor hacia nosotros, y eso mismo recibiremos. En definitiva: te tienes que tratar como te gustaría que los demás te tratasen.

7 estrategias para mejorar tu autoestima

Si la baja autoestima y la dependencia emocional están tan unidas, debemos romper ese círculo vicioso. Para ello es necesario mejorar nuestra autoestima. Valorándonos y queriéndonos, nos evitaremos caer en relaciones basadas en la dependencia. Existen una serie de estrategias que nos ayudarán a conseguir aumentar nuestra autoestima, y éstas son:

  • No te machaques. Siempre es bueno hacer autocrítica si hemos cometido un error o tenemos algo que mejorar. De nada sigue fustigarnos. Debemos aprender de los fallos y mejorar para solucionarlos. Hay que aprender sin bloquearnos. Si has de mejorar hazlo, pero no te castigues por tus fallos.
  • Valórate en todos los aspectos. Todos asumimos varios roles en nuestras vidas. Somos hijos, padres, trabajadores, estudiantes, etc… Y somos igualmente válidos para todas las facetas de nuestra vida. No fomentes la autoestima sólo en un ámbito, sino en todos. Tienes que valorarte y quererte como hijo, como padre, como amigo, etc.
  • Acepta los riesgos. Todos tendemos a evitar aquello que nos puede dañar y afectar a nuestra autoestima. Si lo hacemos, estaremos dando importancia a nuestros errores o fallos. Tenemos que exponernos. SI tenemos que mejorar, mejoraremos. Y no pasa nada. Arriésgate y exponte a los demás. No construyas barreras. No sirven para nada, sólo para aislarte.
  • Aléjate de las etiquetas. No etiquetes a los demás y no te etiquetes a ti mismo. Somos como somos, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Las etiquetas sólo limitan y nos limitan. No son constructivas, y sólo generan dolor.
  • No te compares con los demás. Eres un ser único. Nadie puede ser como tú, ni tú puedes ser como nadie. Tampoco puedes vivir la vida de los demás, ni los demás la tuya. Así que vive tu vida como quieras. No vales ni más ni menos que los demás. Cada uno tiene sus propias características.
  • Busca ese lugar donde descansar. Cuando el ruido interior sea demasiado estridente, debes encontrar ese lugar y ese momento donde puedas acallar esas voces internas, y ser tú mismo. Es importante entablar esa relación contigo mismo. De ese modo podrás conocerte y aceptarte tal y como eres.
  • Ama, agradece y aprecia. El físico, las posesiones y los éxitos son valiosos para algunas personas. Suelen ser personas confundidas, sin valores y vacías. No tienes que ser como ellas. Aprender a amar y agradecer. Eres un ser único. ¡Celébralo!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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Niños con autoestima baja

Por Daniel Molina Deja un comentario

niños con autoestima baja

La importancia de una buena autoestima en los niños

Nadie nace con una determinada autoestima, ya sea ésta baja o alta. El concepto que vamos creando de nosotros mismos pertenece a una visión fomentada por la educación, y los estímulos que recibimos en los primeros años de vida. Los niños con autoestima baja o alta son el fruto de la construcción de nuestro yo.

La autoestima es una pieza clave a la hora de formar aquello que somos. De ella depende como construimos nuestro yo y como interactuamos con el mundo que nos rodea. Por ese motivo, es importante modularla desde que somos pequeños. Debemos fomentar en los niños la importancia de valorarse adecuadamente. De ese modo se puede forjar unos cimientos estables, capaces de sostenernos en los momentos más oscuros. Si los niños con autoestima baja no cambian su percepción acerca de su valía acabarán tambaleándose ante cualquier dificultad que se presente en su vida.

Es bien cierto que a veces llevamos a cabo acciones que no llevan a fortalecer la autoestima de nuestros hijos, sino que la van mermando poco a poco. Entre estas acciones podemos encontrar:

  • No permitir que nuestros hijos tengan sus propias responsabilidades. Podemos cometer el error de darle todo a nuestros hijos, sin que ellos tengan que esforzarse lo más mínimo. De ese modo los niños jamás podrán saber si sus actos son buenos o no, y tampoco podrán valorar nada porque no han empleado el esfuerzo para conseguir cualquier objetivo.
  • No dar cariño ni mostrárselo. El amor siempre nos fortalece. Si nuestros hijos se sienten queridos y apoyados, desarrollaran una buena autoestima. Es positivo que todos tengamos la convicción de por muy mal que nos vayan las cosas, siempre habrá alguien apoyándonos y queriéndonos.
  • Premiar aquellas cosas que no dependen del niño. Como por ejemplo el hecho de que sea muy alto, o muy rubio. Son cosas que dependen del azar genético, y el niño no tiene nada que ver en ello. Tenemos que premiar aquellas cosas que requieran un esfuerzo del niño, como por ejemplo una buena lectura de un libro, o hacer un ejercicio de matemáticas correctamente.
  • No dejar que se expresen libremente. Cuando no dejamos que nuestros niños expresen sus emociones y sentimientos, pueden percibir que aquello que sufren y piensan no es válido, y por tanto no tiene por qué ser escuchados por nadie. Este hecho importante a la hora de crear niños con autoestima baja.

¿Cómo definimos la autoestima?

La autoestima se puede considerar como la percepción que tenemos sobre nosotros mismos, y cómo nos valoramos. Es un proceso que se forja desde la propia infancia, e influye en nuestro desarrollo cognitivo y emocional. La autoestima es entonces, el acto de valorarnos, querernos y respetarnos tal y como somos.

Los niños con autoestima baja no son capaces de quererse. No han aprendido a valorarse. No saben establecer unas metas vitales, y con incapaces de esforzarse en conseguir aquello que quieren, porque no saben tampoco quererse a sí mismos.

Cuando los niños con autoestima baja llegan a la edad adulta, serán personas que sufran. Una autoestima dañada empuja a la persona que la sufre a la dependencia hacia los demás, y el desprecio por ellos mismos. Cuando uno no se quiere ni se acepta, se convierte en una persona fácilmente manipulable, y dependiente de la atención de los demás. Son personas que dañadas que sufren en silencio.

Una autoestima alta nos permite desarrollar un amor sano hacia los demás y hacia nosotros mismos. También nos da seguridad, y eso es esencial para manejarnos en este mundo. Cuando la autoestima es la correcta, permite a la persona a crear una imagen sobre ella que le ayudará a desenvolverse de un modo sano.

¿Los niños con autoestima baja pueden aumentarla?

Como hemos citado anteriormente, la autoestima se forja desde la infancia. Las primeras palabras que dedicamos a nuestros hijos son esenciales en la construcción de su autoestima. Por ese motivo, debemos tener un lenguaje adecuado y constructivo con nuestros menores. Los niños son como esponjas, y tomarán las referencias de cómo les percibe los demás, para construir su propia imagen. Con ello, tendrán muy en cuenta las opiniones de los adultos de su entorno acerca de ellos, para formar su autoestima.

Lo que aprendemos en la infancia no es algo inamovible. Todo lo contrario. Lo ideal sería crecer en un ambiente sano, donde no existan los apegos tóxicos ni los malos modos, pero la realidad es otra. Existen niños que no tienen esa suerte, y acaban por desarrollar una autoestima baja, y necesitaran de ayuda para construir una imagen propia donde pueda quererse y valorarse tal y como es.

Los niños con autoestima baja deben darse cuenta que son más importante que sus actos. Todos podemos errar y fallar, y eso no determina lo que somos, y nuestra valía. Deberán así descubrir que tiene que hacerse valer, y que cada vez que hagan algo mal, pueden rectificar y volver a intentarlo, porque ellos son capaces.

La influencia de la familia en la formación de la autoestima

La formación de nuestra autoestima se forja a través de las dinámicas de la propia familia. Como nos traten y nos valoren puede equilibrar la balanza que determina si nuestra autoestima será baja o alta.  Un niño con autoestima baja es fruto de unos padres que tampoco se valoran a sí mismos, y fueron incapaces de comprender y atender las necesidades vitales del niño, así como dar el aliento y el apoyo que necesitan.

Los psicólogos siempre decimos que para que todo vaya bien debemos tener una autoestima plena, y es así. Ella nos proporciona una visión sana y positiva de nosotros y, por ende, de los demás.  Nos da confianza y la convicción de que podemos conseguirlo todo. La autoestima hace que gestionemos mejor todo aquello que no pasa y experimentamos.

La familia siempre será el primer grupo social con el que interactuamos. Esas interacciones determinarán en gran medida lo que somos, como percibimos el mundo, como nos perciben los demás, y como nos percibimos nosotros mismos. Son nuestros padres quienes tienen el deber de establecer una relación que fomente la creación de una buena autoestima de sus hijos.

Tampoco quiero culpabilizar a los padres que no han sabido cómo gestionar la creación de la autoestima de sus hijos. Todos cometemos errores, y hacemos lo que podemos cuando se trata del desarrollo y la educación de nuestros hijos. El niño también es un ente activo a la hora de construirse su propia autoestima. Así que también somos responsables de cómo nos vemos y de cómo nos sentimos. Y siempre podemos mejorar nuestra autoestima si nos decidimos a ello, y buscamos ayuda cuando no necesitemos. La familia influye, pero al final los hijos deciden.

Cómo fomentar una buena autoestima a nuestros hijos

Ayudar a nuestros hijos a que construyan una autoestima fuerte y sana, es una de las tareas más importantes que tenemos los padres. Debemos enseñar a nuestros hijos a valorarse, a respetarse y aceptarse tal y como son.

Hay que tener en cuenta de que los padres somos los mayores referentes para nuestros hijos. Nuestro ejemplo y cómo les tratamos, son dos factores esenciales para la construcción de una autoestima correcta. Tenemos que ayudarles a que se relación con el mundo y con ellos mismos de un modo constructivo.

Nuestros hijos necesitan desarrollarse en un ambiente seguro y amigable. Los niños con autoestima baja son niños tratados desde el deprecio, la indiferencia y la agresividad. Ese rechazo y desesperanza que parte de las personas que deben de ser un referente positivo, como son los padres, minan la autoestima del niño, y crea una persona incapaz de aceptarse, y de quererse tal y como es. Por eso es importante que:

  • Centrarnos en todo lo bueno que puede hacer el niño, en vez de centrarnos en sus errores. Si tenemos que hacerle alguna crítica que esta sea constructiva y positiva.
  • No le digas cómo debe ser, sino anímale a quererse tal y como es, y a mejorar en aquellas cosas en las que puede hacerlo.
  • Escúchale siempre. Deja que se exprese libremente. Es importante para cualquier niño sentirse escuchado, y de ese modo, valorado.
  • Respeta sus emociones. No deprecies ni intentes reprimir cualquier emoción que experimente tu hijo. Deja que todo fluya y que pueda conocerse a través de sus propias emociones.

La autoestima implica que nos conozcamos y de ese modo lleguemos a aceptarnos. Pasaremos sin duda por malos y buenos momentos, y en todos ellos debemos mantenernos firmes. Ello lo conseguiremos siempre que nos valoremos, y de ese modo no olvidemos que tenemos la capacidad de afrontarlo todo. En los niños, existen una serie de claves que ayudarán a favorecer la expresión de sus emociones, como son:

  • Establecer un ambiente seguro y de aceptación, que ayude a los niños a expresas sus emociones libremente.
  • Apoyar la comunicación que les ayude a expresar su malestar.
  • Contarles situaciones similares a las que están viviendo con tal de que puedan comprender que les sucede, y cómo pueden gestionar todo lo que sienten.
  • Enseñarles a afrontar las situaciones Debemos convertirnos en un ejemplo para ellos.
  • Ayudarles a sentirse bien y arropados en situaciones de decepción o de derrota.

Y por último mencionar la importancia de utilizar siempre un lenguaje adecuado. Los niños con autoestima baja son niños que han recibido siempre mensajes con un lenguaje hostil e inadecuado. Es importante que nuestros hijos reciban mensajes constructivos, y de un tono amigable. Eso les aportará seguridad, y una visión más positiva de su mundo, así como de ellos mismos.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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Autoestima y Depresión

Por Daniel Molina 4 Comentarios

autoestima y depresión

Cómo se relacionan Autoestima y depresión

Existe un vínculo firme y significativo entre tener una baja autoestima y depresión. Sabemos que el origen de la depresión se basa en diversos factores, como la predisposición genética o los factores ambientales, pero también padecer una autoestima baja nos hace más vulnerables anímicamente a padecer la temida depresión. Cuando llegamos a boicotearnos, y no nos aceptamos tal y como somos, nos vamos desprendiendo de todos los recursos psicológicos y emocionales que tenemos, sumergiéndonos en el pozo oscuro de la depresión.

La autoestima se basa en nuestro propio autoconcepto. Todo lo que sentimos hacia nosotros mismos, y cómo nos vemos, favorece la construcción de nuestra autoestima, y determina si ésta es baja o alta. La autoestima es fundamental para nuestro bienestar emocional.

Una baja autoestima hace que nos sintamos mal con nosotros mismos, generándonos una desconexión, una tristeza profunda y una gran vulnerabilidad a la hora de desarrollar algunos trastornos psicológicos.

Cuando una persona sufre depresión, su estado anímico y sus recursos psicológicos se ven seriamente mermados. De esa manera surge un sentimiento de culpa y de inutilidad. Es entonces donde se aprecia la relación entre autoestima y depresión.

De la baja autoestima a la depresión

La depresión se caracteriza por una profunda sensación de abatimiento, tristeza, angustia y apatía. Sabemos que este trastorno debe ser tratado lo antes posible, porque en caso contrario, irá afectando a nuestros recursos psicológicos y emocionales, empujándonos a padecer una serie de trastornos, como por ejemplo: padecer una baja autoestima.

Es importante por ello, mantener una estabilidad emocional, ya que nos permitirá sentirnos más seguros, más confiados y con una visión más positiva de nosotros, y del mundo que nos rodea. Una baja autoestima provoca una visión distorsionada, y negativa de nosotros mismos.

Una baja autoestima hace que seamos excesivamente críticos con nuestro modo de ser y actuar. Hace que nos sintamos insatisfechos por no ser capaces de conseguir aquello que queremos. Y hace sentirnos infelices. Una autoestima baja puede acercarnos peligrosamente a la depresión.

Cómo se entrelazan autoestima y depresión

Vivir con una baja autoestima es similar a “ir desnudos”. Nos hace vulnerables, haciendo que el miedo, la inseguridad y la negatividad se apodere de nosotros. Necesitamos una visión positiva de nosotros mismos para poder enfrentarnos al mundo que nos rodea de un modo exitoso.

La depresión tiene un origen multifactorial como ya hemos comentado. Para padecer depresión se deben dar algunos factores, como por ejemplo: ciertos estímulos externos desencadenantes, una predisposición genética o una alteración química de nuestro cerebro. Son factores que no podemos controlar y nos hace vulnerables. Pero una baja autoestima hace que seamos incapaces de afrontar o gestionar los problemas más simples. Así que podemos vernos superados por los acontecimientos, y caer en una depresión. Existe una clara relación entre autoestima y depresión.

La vulnerabilidad nos hace caer en la depresión

Los perfiles de personalidad que se caracterizan por una autoestima baja, tendrán un mecanismo psicológico y emocional empobrecido, que favorecerá que perciban los sucesos de la vida como algo negativo y potencialmente dañino.

La baja autoestima hace que la persona se victimice, tomando un papel pasivo en su propia vida. Este hecho promueve el rechazo a oportunidades y cambios que les permitan superar los sucesos negativos. Esta clase de personas se convierten en sus peores enemigas, incapaces de salir del pozo oscuro y tenebroso donde se hayan, autodestruyéndose poco a poco.

De la depresión a la baja autoestima

Cuando nuestro interior se ve abocado al más profundo dolor, a la tristeza más absoluta, y a unos pensamientos tan negativos que oscurecen nuestra mente, nuestra autoestima se ve seriamente dañada. Si nuestra mente es incapaz de detectar lo positivo en las cosas y en las vivencias, tampoco lo hará con nuestra propia imagen o autoconcepto.

Sólo conseguiremos una autoestima alta cuando seamos capaces de concebir lo bueno del mundo que nos rodea, y todo lo bueno que hay en nosotros mismos. Al final una cosa lleva a la otra, y debemos tratar la autoestima y depresión de forma conjunta.

Cambiar nuestra forma de pensar

Si nuestro modo de pensar nos ha llevado al estado donde nos encontramos, y no somos felices con ello, debemos plantearnos serios cambios. El más importante es volver a querernos y aceptarnos tal y como somos. Somos seres únicos y no debemos compararnos con nadie. Asume quien eres y mejora todo lo que puedas sin dejar de ser tú mismo.

Al ser un ser único tienes tu propia identidad. Tienes tus propios sueños y metas. Tienes tus propias necesidades y anhelos. Así que escúchate, y aprende a quererte de nuevo. Crea un nuevo camino para ti. Llénate de luz y esperanza.

También debemos dejar a un lado los pensamientos negativos. Ellos sólo nos producen dolor, y una visión desesperante de todo lo que nos rodea. Vuelve a respirar, y céntrate en todo lo positivo que hay en ti, y en todo tu mundo. Si cambias tu modo de pensar lo cambiarás todo.

Para superar los miedos que tanto nos paralizan, tenemos que aumentar nuestro amor propio, creando nuevas metas y proyectos vitales. Es un buen modo para recuperar la autoestima perdida y centrarnos en lo positivo.

Cómo mejorar nuestra autoestima

Si somos capaces de mantener una autoestima elevada evitaremos caer en la depresión. Y para mejorar la percepción que tenemos de nosotros mismos, podemos aplicar las siguientes estrategias:

  • Recuerda quién eres, recuerda todo por lo que has pasado y todo lo que te hace especial. Si eres capaz de encontrarte de nuevo, podrás trabajar para restaurar tu autoestima perdida.
  • Creer en ti. No te compares con los demás. Hay muchas cosas buenas en ti. Por ello debes centrarte en todo lo positivo. Gracias a ello podrás mejorar y aumentar tu autoestima. Así que deja de compadecerte, y utiliza esa energía para desarrollar tus habilidades, y cumplir tus propias metas.
  • No te aferres al pasado. Todo lo que ha ocurrido queda atrás. No puedes cambiarlo. Por tanto, céntrate en el futuro, y llénate de esperanzas renovadas y de nuevos proyectos. Quizás tengas muchas cicatrices, pero no puedes vivir centrándote en ellas. Conviértelas en tu fuerza. Convierte todo ese dolor en experiencia. Eres una persona fuerte capaz de volver al camino que un día abandonaste.
  • Sal de tu zona de confort. Siempre da miedo dar el primer paso en los cambios que necesitamos. Pero es mucho más peligroso quedarse en el sitio y en la situación que nos proporcionad dolor y sufrimiento. Así que acepta lo nuevo que te depara la vida, y no te ancles en el pasado.
  • Vive tu vida como quieras. Debemos comprender que al final nuestra vida es nuestra. No es de nadie más. Por ello debemos vivir tal y como queramos. Con nuestros propios valores, sueños y metas. No debemos vivir la vida de nadie, sino centrarnos en la nuestra. De ese modo podemos encontrar la plenitud que tanto añoramos.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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Tipos de autoestima, ¿cómo te valoras?

Por Daniel Molina 2 Comentarios

tipos de autoestima

Tipos de autoestima

La autoestima es uno de los factores más determinantes a la hora de establecer nuestro bienestar emocional. Es clave para describir cómo nos relacionarnos con nuestro entorno, y cómo nos desenvolvemos en nuestra vida diaria. Existen 5 tipos de autoestima. Entre esos tipos nos encontramos con la autoestima baja o alta, la autoestima estable o inestable, y cómo quinto tipo, la autoestima exagerada. Los diferentes tipos de autoestima tienen sus peculiaridades propias. En este artículo reparemos todas sus características.

Autoestima y el bienestar emocional

El hecho de quererse a uno mismo es innato de la condición humana. Algunas personas tienen ese sentimiento de amor propio muy elevado y otras personas no. Todo dependerá de sus experiencias vitales y cómo es capaz de gestionar sus vivencias personales.

La autoestima es variable y todo dependerá de nuestro estado psicológico. Si éste es sano, la autoestima será elevada y por tanto el bienestar emocional será óptimo. Pero cuando nuestro estado psicológico está mermado, todo falla. Todo cae en cadena.

Por eso es importante tratar cualquier problemática que suframos con  tal de encontrar el bienestar emocional que necesitamos. De nuestra autoestima depende como nos desenvolvemos en nuestra vida diaria, y como nos relacionamos con los demás.

Tipos de autoestima positiva o no

Necesitamos cuidar nuestra autoestima. Aunque es factor que se construye en nuestra infancia, debido a todas nuestras vivencias y experiencias, no es invariable. Podemos cambiar su signo si la “alimentamos” correctamente, y de un modo positivo.

Se dicta que existen 4 factores determinantes que afectan a nuestra autoestima. Y son:

  • Los logros que hemos alcanzado en nuestra vida, y el reconocimiento de los demás de dichos triunfos.
  • Superación personal, y la capacidad de que tenga la persona a la hora de valorar sus superaciones.
  • El respeto y la aceptación que la persona recibe de los demás. Sobre todo de las personas que considera más importantes en su vida.
  • La capacidad de respuesta y de defensa ante todo lo negativo que ha podido experimentar en su vida.

Los 5 tipos de autoestima

1-. Autoestima alta y estable.

Las personas que poseen este tipo de autoestima, tienen la capacidad de desenvolverse de modo abierto y positivo en su vida diaria. No tienen la necesidad de defenderse, ni defender su imagen. Es una persona resuelta capaz de mostrarse tal y como es sin miedo a ser juzgado, ya que prima su opinión y el valor que se da a si misma.

2-. Autoestima alta e inestable.

Las personas con este tipo de autoestima se caracteriza por una elevada autoestima, pero que a su vez son incapaces de mantenerla constantes en el tiempo. Es como vivir en una constante montaña rusa emocional. Las bajadas en su autoestima corresponden con experiencias negativas en las cuales puede fracasar. Es decir se frustran ante la posibilidad de fracasar y ser criticados. Todo contexto competitivo los percibirá como una amenaza real. Por ese motivo puede desencadenar en la persona actitudes agresivas o pasivas para proteger su autoestima, ya que tiene miedo a perderla.

3-. Autoestima baja y estable.

Cuando existe una autoestima baja y estable, los sucesos y estímulos externos no alteran la autoestima de la persona, ya sean, experiencias negativas como positivas. Son personas que siempre tendrán una autoestima baja, pase lo que pase.

Suelen personas indecisas, que tienen un gran temor a equivocarse. No promueven su imagen personal, y se infravaloran. Jamás defenderán sus opiniones. Creen no estar a la altura del mundo que les rodea.

Es un tipo de autoestima frecuente en personas que tienen a sufrir depresión. Todo ello debido a su mentalidad y percepción pesimista del mundo que les rodea. Si llegan a conseguir algo, sea un logro o simplemente superar una dificultad, asumen que es debido a la suerte o a las casualidades.

4-. Autoestima baja e inestable.

Este tipo de autoestima se caracteriza por la alta sensibilidad e influenciabilidad de las personas que la sufren. En los momentos positivos logran aumentar su autoestima, pero no logran mantenerla en el tiempo, y caen de nuevo en una autoestima baja y negativa.

La autoestima de estas personas dependerá de los estímulos externos que reciban, así de las opiniones de los demás y sus logros personales. No dependerá del propio individuo, sino de factores totalmente externos.

5-. Autoestima exagerada.

Este quinto tipo de autoestima tiene como característica una autoestima exageradamente y artificialmente elevada. Son personas incapaces de escuchar las opiniones de los demás, sino que sólo tienen en cuenta la suya propia. Son incapaces de hacer autocrítica ni hacerse responsable de sus actos, ya que todo lo malo que les ocurra es por causa directa de los demás. Son capaces de menospreciar a los demás, adoptando comportamientos agresivos. Es una autoestima patológica y tóxica.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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Autoestima Física

Por Daniel Molina Deja un comentario

autoestima física

La autoestima física

No debemos olvidar que somos nuestros peores jueces. Todos tenemos referencias mentales para todos los aspectos de nuestras vidas. Es decir, la sociedad nos dicta patrones en todos los sentidos. Patrones de comportamiento. Patrones estéticos. Patrones físicos, etc. Nos regimos por esas referencias y constantemente intentamos encajar en esas reglas marcadas. Ello nos lleva inevitablemente a tener que compararnos con los demás. Es importante tener una buena autoestima física.

Cada persona es un mundo, como lo es su físico y su mente. No podemos caer en la trampa de compararnos con los demás. Tendemos a ser exigentes con nosotros mismos, y podemos llegar a odiar aquello que somos.

Hemos hablado de la falta de autoestima en general. Pero me gustaría en este artículo en centrarnos en el plano físico. Ya que esa falta de autoestima física repercute de igual forma en el plano mental y emocional.

Las personas cuya autoestima física es baja o muy baja llegan a evitar mirarse en un espejo, o hacerse fotografías. Los cánones de belleza actual y la percepción errónea sobre nosotros mismos, nos hace caer en el rechazo a nuestro físico, y por consecuencia a todo lo que somos.

Tienes que comprender como es tu cuerpo

Cada uno posee un físico único. Un cuerpo jamás será igual que otro. Por eso debes aceptar tu cuerpo tal como es, y aceptar su individualidad y extrañeza.

Con ello decir que nuestro físico no es un ente inalterable, sino que podemos mejorar aquello que no nos gusta. Como por ejemplo, hacer dieta, o ganar músculo, etc. Pero siempre debe ir asociado a nuestras características reales, no a ideas alejadas de la realidad y de la capacidad física de cada uno.

Debemos concienciarnos de nuestra singularidad física y respetar el cuerpo como se merece. Tenemos que habituarnos a hábitos saludables, ya que así podremos llegar a tener el bienestar físico que debemos alcanzar.

No hagas caso a la moda ni a los patrones sociales

La publicidad, los medios de comunicación y la sociedad nos dictan que debemos consumir y a que estética debemos seguir, entre otras cosas. Todo ello va a dirigido a convertir sociedades homogéneas de consumo en las que todos los individuos deben parecerse entre sí y buscar un modelo estético en común.

Por todo ello no debemos dejarnos llevar por las modas y procurar ser nosotros mismos. Es vital aceptar tal como somos, tanto a nivel físico como psicológico. Somos únicos, y nuestra en nuestras características propias reside nuestra verdadera esencial. No tengamos miedo a ser perfectos, ni pretendamos a ser algo que no somos. Cuando estás sometido a las opiniones de los demás, estás esclavizado. Simplemente se tú, y abraza esa libertad.

¿Nos gusta nuestro cuerpo?

La inmensa mayoría de personas están disconformes con su físico. Normalmente anhelamos características físicas contrarias a las que tenemos. Por ejemplo, a personas con pelo rizado les gustaría tenerlo liso, a personas con poca altura anhelan ser más altos, etc.

Para cambiar cierta parte de tu cuerpo, deberías primero reflexionar si es necesario esa modificación, y que razón o motivo se esconde en querer dicho cambio. Debes pensar si ese cambio es porque no te gusta a ti o por comparación con los demás. Se puede mejorar lo que no nos gusta, pero si ese cambio se produce por una convicción personal, no por una presión social, y siempre que dicho cambio se acerque a un objetivo real y propio, no por parecerse a nadie, ni para entrar dentro de los cánones sociales establecidos respecto a la belleza.

Cómo aumentar la autoestima física

Cuando hablamos de aceptar nuestro físico no queremos decir que debemos quedarnos de brazos cruzados y no cambiar, significa que debemos empezar a querernos y a entender cómo es nuestra propia belleza.

Habrá aspectos de nuestro físico que podemos cambiar y existen otros que debemos aceptar ya que el cambio no es posible.

Tenemos que entender que todos tenemos nuestros propios defectos y virtudes. Se trata de aceptarnos tal y como somos. De las virtudes decir que siempre hay que resaltarlas, y de los defectos aceptarlos y mejorarlos en la medida de lo posible.

Es fundamental ser siempre quien eres. No pretendas ser una persona distinta, porque jamás funcionará. Eres excepcional tal y como ya eres. Quiérete y ámate. Si tú lo haces los demás también lo harán. Convierte en tu mayor fan. Eres tu mayor proyecto. Cree en ti…

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

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