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Las 5 preguntas más frecuentes sobre la ansiedad

Por Daniel Molina Deja un comentario

Las 5 preguntas más frecuentes sobre la ansiedad

Todas las preguntas acerca de la ansiedad

Por mucho que hayamos padecido ansiedad, o conozcamos a alguien cercano que la haya sufrido, este trastorno puede llevarnos a tener mil dudas respecto a él. Lo cierto es que la ansiedad tiene mil caras, y ataca a cada persona de un modo diferente. Debido a que puede tener mil caras, a todos nos puede hacer dudar, y por ello, querer tener las respuestas que tanto necesitamos para comprenderla. Y es por ese motivo, en este artículo repasaremos las 5 preguntas más frecuentes sobre la ansiedad.

Tenemos que aprender que la ansiedad nos ataca a cada persona de un modo diferente, porque cada persona debido a sus características personales gestionará la angustia a su manera. Por tanto, puede ser que algunas personas sufran ciertos síntomas y otras padezcan otros diferentes. Un trastorno tan voluble puede llevarnos al desconcierto, y a querer tener más información acerca de lo que nos ocurre.

La información es la clave de todo. No podemos caer en el error de dejarnos llevar por las creencias populares, o por ciertas ideas preconcebidas. La desinformación solamente hará que nos sintamos más perdidos, y angustiados. Tenemos que buscar toda la información que nos sea posible para entender qué nos ocurre, y buscar toda la ayuda que nos sea posible para afrontar este trastorno tan común.

Las 5 preguntas más frecuentes sobre la ansiedad

A continuación encontrarás las respuestas a las 5 preguntas más frecuentes sobre la ansiedad. Espero que te sea de utilidad. Y estas son:

Qué es la ansiedad

En un principio, la ansiedad es un mecanismo de alerta, que nos ayuda a todos los seres vivos a estar preparados para actuar ante un posible peligro. Es una ansiedad adaptativa que nos ayuda a sobrevivir. Pero cuando nos enfrentamos a un problema que no sabemos como gestionar, ese sistema de alarma puede hacer que estemos siempre en alerta, y ese gran nivel de estrés y angustia puede desembocar a padecer una ansiedad desadaptativa y patológica.

Los síntomas de la ansiedad aparecen cuando nos somos capaces de gestionar un problema que hace que nuestro nivel de estrés sea elevado, y lo sea por un tiempo determinado. Estar siempre en alerta, y percibir todo como un posible peligro puede angustiarnos hasta tal extremo, que podemos acumular una gran tensión, que si llega hasta un cierto límite nos desharemos de esa presión mediante el temido ataque de pánico o de ansiedad.

Cómo nos afecta la ansiedad en el cuerpo y en la mente

La ansiedad tiene la capacidad de atacarnos tanto a nivel psicológico y emocional, como a nivel físico. Sus síntomas son tan extensos que no podemos describirlos todos. Decir que, la ansiedad nos puede atacar a cada persona de un modo totalmente diferente. Hay personas que sufrirán ciertos síntomas y otras personas otros muy distintos. Todo dependerá de las características personales de cada uno. A continuación repasaremos los síntomas más comunes de la ansiedad. Y estos son:

  • Taquicardias.
  • Sensación a ahogo o de fata de aire.
  • Opresión en el pecho.
  • Sudoración excesiva.
  • Temblores y mareos.
  • Náuseas y problemas digestivos.
  • Pensamientos negativos recurrentes.
  • Sensación de pérdida del control.
  • Angustia y preocupación.
  • Nerviosismo agitación.
  • Cefaleas y visión borrosa.

Cuáles son las causas de la ansiedad

Esta es una de las 5 preguntas más frecuentes sobre la ansiedad más comunes. Para padecer este trastorno solamente es necesario tener un problema o situación adversa que no sabemos como gestionar. En esos momentos nuestro nivel de angustia y de estrés se verán seriamente elevados. Cuando nuestros miedos nos dominan, y lo hacen por un tiempo prolongado, ese mismo estrés se convierte en ansiedad, y comenzaremos a experimentar sus síntomas.

Es cierto que hay personas con una predisposición más elevada que otras a la hora de padecer ansiedad. Pero cualquiera de nosotros puede verse envuelto en una problemática que no sabe como afrontar. En esos momentos tan oscuros, los miedos y la angustia nos dominarán y comenzarán a paralizarnos. La ansiedad se alimenta de todo aquello que tememos, y si no somos capaces de vencer esos miedos, la ansiedad cada vez se hará más fuerte y persistente.

Qué es un ataque de ansiedad

Cuando estamos expuestos a un gran nivel durante mucho tiempo, debido a que no sabemos como podemos afrontar una situación o problema, comenzaremos en ese momento a padecer los síntomas propios de un ataque de ansiedad, o también llamado, ataque de pánico. Nuestro cuerpo se comenzará a tensar hasta su nivel máximo, y lo mismo ocurrirá con nuestra mente. Toda esa tensión que hemos ido acumulando acaba por llegar a su límite dentro de nosotros. Y tenemos que deshacernos de toda esa presión mediante dichos ataques de ansiedad.

Tenemos que entender que nuestra mente y nuestro cuerpo solamente pueden aguantar cierta presión. Cuando esa presión es muy elevada, todo se tensiona. Se tensiona nuestro cuerpo, y se tensiona nuestros pensamientos, y solo así podemos luego revelar ese nivel de estrés elevado. Los ataques de pánico nos sirven para volver a la normalidad una vez nos hayamos tensado de un modo patológico.

Cómo se afronta la ansiedad

Para superar la ansiedad debemos antes afrontar nuestros propios miedos. Para identificar aquello que tememos y no nos deja avanzar, y aprender a gestionar toda esa angustia, debemos buscar ayuda psicológica. La terapia es la única herramienta efectiva para poder tratar la ansiedad, y lograr controlarla. Por ese emotivo, debemos apostar por la terapia para sentirnos bien de nuevo.

No existen atajos, ni medicaciones mágicas que hagan que nuestra ansiedad desaparezca. Eso no existe. La medicación solamente hará que te sientas más relajado, pero la ansiedad estará ahí, cuando aparezca una situación o un problema que no sepas afrontar, volverá a aparecer. Por ese motivo, debemos dejar de buscar milagros e iniciar un proceso terapéutico. Apuesta por la terapia y vuelve a sentirte bien. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Ansiedad

Ansiedad por quedarse embarazada

Por Daniel Molina Deja un comentario

Ansiedad por quedarse embarazada

Cuando aparece la ansiedad

Cuando una pareja decide tener descendencia, siempre tiende a pensar que todo será sencillo, y que no habrá ningún obstáculo que sortear. Pero que una mujer se quede embarazada es un proceso nada fácil, que requiere de varios factores para que ocurra. Si una pareja después de un tiempo no logra que se produzca el embarazo, comienzan las presiones y las tensiones, y todo ello prolongado en el tiempo, sobre todo en la mujer, favorece la aparición de la ansiedad por quedarse embarazada.

A menudo se ejerce una presión constante e intensa sobre las mujeres para que se queden embarazas. Esa presión suele ejercerse desde el entorno más cercano, como es el entorno familiar o social. Toda mujer, al llegar a una determinada edad, se ven en la obligación de quedarse embarazada, y tener su primer hijo. Toda esa presión puede favorecer la aparición de los síntomas de la ansiedad, y agravar aún más la situación.

La ansiedad se alimenta de nuestros miedos, y la mujer que comprueba que no puede quedarse en ese momento embarazada, comenzará a plantearse cosas como si es infértil, o que hay algo malo en ella que le impide ser madre, por ejemplo. Este tipo de pensamientos, fruto del miedo y la presión, solamente agravarán más la problemática, en vez de buscar alguna posible solución.

El deseo de ser madre puede llevar a la mujer que no lo consigue, a sufrir una gran frustración, que le llevará a padecer un gran nivel de angustia. Si una mujer no consigue quedarse embarazada, no debería sucumbir a las presiones, porque eso nunca es la solución. Entrar en pánico solamente hará que la situación se vuelva totalmente patológica. La ansiedad por quedarse embarazada es una secuela directa a dejarse llevar por las presiones de nuestro entorno, y eso no lo podemos permitir.

Las secuelas de la ansiedad por quedarse embarazada

Sufrir una intensa ansiedad por estar embarazada, y así cumplir con las propias expectativas, tiene un precio emocional y psicológico difícil de gestionar. Una vez que una mujer que intenta quedarse en cinta no lo consigue, lo primero que sentirá es una profunda tristeza, que no gestionada, puede dar paso a un cuadro depresivo que agudizará la angustia que esta persona ya sentirá.

Si una mujer tiene la inmensa ilusión de ser madre, y por la causa que sea no puede serlo, aunque pueda haber una solución, esa persona se puede cuestionar su valía, y sus capacidades. No hay nada más absurdo que echarse la culpa cuando es algo que escapa de nuestro control. Pero una mujer en esa situación puede no vivirlo así, y comenzar a cuestionarse a si misma, y ello le repercutirá en su autoestima. Compararse con las demás, y su capacidad de quedarse embarazada rápidamente es un error, pero en alguien que desea ser madre le llevará a replantearse todo lo que ella es.

Aparte de sufrir un gran nivel de ansiedad, la persona que quiere quedarse embarazada y no puede, comenzará a experimentar una serie de emociones muy difíciles de gestionar. Entre esas emociones están por ejemplo la tristeza, la ira o los sentimientos de culpa. Todas esas sensaciones y sentimientos llevará a esa persona a sufrir un gran sufrimiento y dolor, necesitando de todo el apoyo que pueda llegar a reunir.

La ansiedad y el deseo de ser madre

Hay una gran variedad de estudios científicos que dictan que el estrés y la ansiedad, puede repercutir a la hora de quedarse embarazada. Al sufrir un episodio de una angustia muy elevada que da paso a la ansiedad, segregamos ciertas hormonas, y entre ellas están las citocinas. Se ha demostrado que las mujeres con dificultades para tener un embarazo, tenían altos niveles de estas hormonas en el organismo. Por tanto, existe una relación real entre la ansiedad y la incapacidad de quedarse en estado.

Nuestra mente y nuestro cuerpo están en total sintonía. Cuando algo nos altera o nos preocupa, ello tiene una repercusión en todo nuestro organismo. Si padecemos un trastorno tan intenso y persistente como la ansiedad, ello puede llegar a hacer mella en el hecho de quedarse embarazada. Pero también está el hecho de padecer este trastorno cuando la persona comprueba que no puede embarazarse. Esa frustración y esa angustia puede agravar aún más la situación, haciendo casi imposible poder quedarse en cinta. El factor psicológico y emocional es algo que no es determinante, pero se debería tener en cuenta.

Causas de la ansiedad por quedarse embarazada

Entre las principales causas de llegar a sufrir ansiedad por quedarse embarazada, están:

  • Por la propia presión. Hay mujeres que consideran que tener descendencia lo es todo es su vida, y se generan a si mismas tanta presión que llegan a desarrollar graves cuadros de ansiedad. Es cierto que tener hijos es algo muy importante, y que a todos nos llena de felicidad, pero no podemos caer en el error de presionarnos a nosotros mismos, porque toda esa tensión siempre acabará por hacernos daño, e impidiendo conseguir cualquier objetivo, como es el hecho de quedarse embarazada. Desear tanto una cosa puede generarnos tanta presión por conseguirlo, que esa ansiedad jamás nos dejará conseguir las metas que nos hemos propuesto. Además, no todo el mundo puede quedarse embarazada, y no debemos centrarnos tanto es aquello que no podemos conseguir, y centrarnos más en nosotros mismos.
  • Por la presión social. Toda mujer en cierta medida se ve sometida a la presión de su entorno a ser madre, sobre todo cuando se cumple una cierta edad. Socialmente, se admite la idea de que toda mujer tiene que quedarse embaraza y tener descendía, porque para ellos es lo normal, cuando no es cierto. Pero para cualquier persona que se ve sometida a una presión por parte de las personas más cercanas, se sentirá mal si no cumple las expectativas. Ello le generará una angustia tan elevada, que dará paso a la temida ansiedad, al no ser que sepa como lidiar con toda esa presión impuesta. Este hecho no ocurre afortunadamente en todos los casos, pero hay muchas mujeres que se ven expuestas a una presión muy elevada, sobre todo de las personas más cercanas y queridas, y eso es muy difícil de gestionar.
  • Por el reloj biológico. El paso del tiempo nos puede presionar. Si una mujer siente que el tiempo que dispone para quedarse embarazada comienza a agotarse, intentará por todos los medios estar en estado, y esa autoexigencia hará que los niveles de estrés se vean totalmente alterados, llegando a padecer los síntomas propios de la ansiedad. Al final es el pez que se muerde la cola. Intentar quedarse en cinta a toda costa puede favorecer la aparición de la ansiedad, y este trastorno dificultará hasta el extremo poder alcanzar el objetivo. La presión genera miedo, y el miedo siempre es sinónimo de sufrimiento.
  • Por compararse con los demás. Ver que las mujeres de su entorno están embarazadas o ya tienen hijos, puede ser un desencadenante para que una mujer se genere a si misma una gran presión. Querer hacer lo que las demás mujeres hacen, y en el mismo tiempo, puede llegar a ser un foco total de ansiedad. Es un error compararse con los demás. Todos lo sabemos, pero cuenta no hacerlo cuando nuestro deseo está reflejado en esas personas. También tenemos que considerar el hecho de compararse incluso con personas que no conoce, pero que están visibles, como por ejemplo en las redes sociales. Al final, es una presión extra que puede hacer mucho daño a las mujeres que desean quedarse embarazas.

Cómo afrontar ansiedad por quedarse embarazada

Si tu deseo es quedarte embarazada, y llevas un tiempo intentándolo, y no lo consigues, deberías en un primer momento acudir a la consulta de un profesional médico especialista en ginecología. Es importante descartar que no haya ninguna alteración o problema físico que te impida quedarte en estado. Si las pruebas indican que no se trata de una cuestión física, entonces se debería barajar las causas emocionales y psicológicas. Para ello es imprescindible la ayuda terapéutica. Gracias a la terapia, podrás tener las herramientas que necesitas para quitarte de encima toda esa presión, y sentirte de nuevo bien. Y también puedes seguir las siguientes recomendaciones:

  • Haz aquello que te guste. No hay nada mejor para bajar la ansiedad que comenzar a hacer todo aquello que nos apasiona hacer. Toda actividad es positiva en estos casos. Gracias a ello podrás tener la mente ocupada en algo positivo.
  • Sal de casa y relaciónate. Es esencial que en los momentos más oscuros puedas salir de casa. El aire libre y el hecho de poder relacionarte con las personas más queridas y cercanas te permitirán sentirte bien.
  • Utiliza técnicas de relajación. Tener un método que te permita estar lo más relajada posible es vital. Podrías probar con la respiración diafragmática, que es una técnica muy sencilla que te permitirá alcanzar la tranquilidad que necesitas de un modo rápido. También podrías probar con disciplinas como el yoga o el taichí. Haz todo aquello que te permita sentirte relajada.
  • No intentes controlarlo todo. Por mucho que tú quieras, no puedes controlarlo todo. Lo que sí puedes controlar es como te afecta lo que te ocurre en cada momento. Deja que todo fluya, y no te presiones más de lo que ya estás.
  • Apóyate en tus seres queridos. Contar con el apoyo de nuestros seres queridos es lo más reconfortante que podemos tener. Apóyate en tu familia, en tus amigos, y sobre todo en tu pareja. Déjate ayudar.
  • Busca ayuda profesional. La terapia te dará las herramientas que necesitas para controlar tu ansiedad, y afrontar toda la presión que llevas acumulada. Si la ansiedad se ha adueñado de ti, busca ayuda terapéutica, y vuelve a sentirte bien.

Quedarse embaraza a veces no es tan sencillo como pensamos. Si no puedes tener ese embarazo tan deseado, no tires la toalla, ni te generes tanta presión que no puedas controlarla. Simplemente, céntrate en todo lo positivo que hay en ti y en tu vida, y deja que todo fluya. A menudo se requiere de tiempo, y de paciencia. Así que, no pierdas la calma, y síguelo intentando. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Ansiedad

El dolor de garganta por ansiedad

Por Daniel Molina Deja un comentario

El dolor de garganta por ansiedad

El dolor de garganta por ansiedad

Cuando estamos expuestos a un gran nivel de estrés, durante un tiempo prolongado, puede favorecer la aparición de los síntomas de la ansiedad. Nuestro cuerpo y nuestra mente reaccionan ante la gran angustia que sentimos en esos momentos, y comenzamos a sufrir ciertos trastornos tanto físicos como mentales. El dolor de garganta por ansiedad es muy común en estos casos, pudiendo expresarse mediante una afonía, dolor al tragar, o un cierto picor que no cesa, entre otros.

Todas las molestias que antes he citado, son muy frecuentes cuando estamos expuestos a un gran nivel de ansiedad. La presión y la tensión de nuestro cuerpo y nuestra mente, hacen que experimentemos ciertos trastornos, como son los dolores de garganta. La relación entre la ansiedad y el dolor de garganta es muy estrecha, debido a que suele ser un síntoma físico de este trastorno, y es muy frecuente, como veremos en este artículo.

El dolor de garganta por ansiedad es el fruto de estar expuestos a una gran tensión. Como pueden ser los dolores de estómago, o los problemas para conciliar el sueño. Es un síntoma físico de este trastorno. En definitiva, todo lo que nos afecta a nuestra salud psicológica, tiene su repercusión en el plano físico. Por ese motivo, debemos tomarnos muy en serio el hecho de tratarnos nuestra ansiedad, ya que es la única manera de no sufrir su sintomatología.

Lo más frecuente es que las personas que sufren dolor de garganta acudan a su centro médico, pero no consiguen que los propios facultativos sepan dar un diagnóstico físico que explique sus dolencias. Esto es debido a que es la presión psicológica la que hace que nuestra garganta se pueda ver afectada. Cuando los dolores de garganta no tenga una explicación física, debemos fijarnos en el plano psicológico, porque puede ser una respuesta a la ansiedad que estamos sufriendo.

Cómo la ansiedad produce ese tipo de dolor

La ansiedad nos lleva a padecer ciertos trastornos tanto físicos como psicológicos. Entre los físicos está el dolor de garganta, y es un síntoma muy recurrente, que puede llegar a ser totalmente molesto. Podemos padecer desde una simple afonía, hasta incluso tener la sensación de no poder tragar o respirar. Al ser una sintomatología tan intensa, debemos averiguar el porqué nos ocurre esas alteraciones, para saber como debemos abordarlas. Muchas personas que sufren ansiedad, son incapaces de asociar sus dolores de garganta con dicho trastorno, y acuden una y otra vez a su médico en busca de respuestas. Cuando las causas físicas de cualquier malestar son inexistentes, tenemos que buscar las respuestas en el plano emocional o psicológico.

Y entre las causas del dolor de garganta producido por la ansiedad, están:

  • Por la respiración. Cuando padecemos ansiedad es muy común que respiremos agitadamente, e incluso al tener un sueño agitado, podemos desarrollar ronquidos, que pueden hacernos daño en la garganta. Esa sobre actividad de nuestro sistema respiratorio puede hacer que suframos este tipo de dolores en el cuello.
  • Por la tensión muscular. La ansiedad hace que todo nuestro cuerpo se tense, y toda esa tensión puede hacer que zonas tan sensibles como nuestra garganta se vea resentida. Al haber una tensión en las cuerdas vocales puede favorecer el cambio del tono de nuestra voz, e incluso la aparición de una afonía.
  • Por un alto nivel de estrés. En estos casos la sensación de falta de oxígeno, o que no podemos tragar, es muy frecuente. Es propio de la tensión producida por el padecimiento de un gran nivel de estrés. Puede ser una sintomatología muy intensa, y angustiante, que puede paralizarnos por completo.

Cómo evitar el dolor de garganta por ansiedad

El dolor de garganta por ansiedad es en definitiva un síntoma de este trastorno. Por tanto, si queremos dejar de padecer este tipo de sintomatología, debemos tratar lo que lo origina: la ansiedad. Cuando logremos controlar, y superar nuestra ansiedad, dejaremos de padecer sus síntomas, como es el dolor de cuello o garganta. Para tratar la ansiedad podemos seguir las siguientes recomendaciones:

  • Apuesta por la Terapia. La única forma de tratar la ansiedad es la terapia psicológica. Gracias a ella podemos obtener las estrategias para controlar, y superar este trastorno. La medicación, o alguna otra terapia alternativa, solamente es un intento de atajar, pero realmente no existen los atajos. Los fármacos solo te ayudarán a estar más relajado, pero nunca te ayudarán a superar la ansiedad, porque la ansiedad no se sana, se afronta. Recuérdalo.
  • Aprende a relajarte. Es esencial que puedas relajarte durante tu día a día. Normalmente, estamos expuestas a un alto nivel de actividad. Debemos aprender a relajarnos. Para ello podemos optar por técnicas como la respiración diafragmática. Lo importante es que aprendamos a rebajar nuestros niveles de estrés y ansiedad.
  • Mantente activo. Las actividades que nos gustan, y nos hace sentir bien, nos ayuda a estar más relajados, y tener la mente centrada en algo positivo y constructivo. Por ese motivo, es fundamental hacer alguna actividad que nos guste, como puede ser el deporte, la música, o cualquier cosa que te permita sentirte bien.
  • Relaciónate. La ansiedad nos empuja a aislarnos. De esa forma no tenemos que dar explicaciones a nadie de como nos sentimos. Así que, en estos casos, lo mejor que podemos hacer es relacionarnos. Salir al exterior con las personas que queremos es crucial para sentirnos bien.
  • Sin exigencias. Para no sufrir un alto nivel de ansiedad, es esencial que aprendamos a relajarnos, y no estar siempre activos. El día tiene solo 24 horas, y todos tenemos energías limitadas, así que no te exijas más de lo que puedes abarcar. Eso te ayudará a evitar que tu ansiedad se eleve.
  • No intentes controlarlo todo. Es imposible que puedas estar en todo, y en todo momento. Realmente, únicamente puedes controlar lo que haces y lo que dices, no puedes controlar nada más. De ese modo, intentar controlar a los demás, o cualquier otra situación, es algo estéril, que solamente hará que te agotes mentalmente.
  • Organízate. Tener unos horarios establecidos, te permitirá que tu mente esté más organizada, y por tanto, más tranquila. Ten un horario para trabajar, para descansar, y para ti mismo, entre otros. Apuesta por la organización, y reserva un tiempo para ti, para hacer todo aquello que quieras.
  • Apóyate en tus seres queridos. Es totalmente fundamental, que puedas contar con tus seres queridos. Háblales, y explícales, qué te ocurre, y cómo pueden ayudarte. Sentirte arropado por aquellas personas cercanas y queridas, te ayudará en tu lucha contra la ansiedad. ¡Adelante!

 

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Ansiedad

Cómo superar el miedo a salir de casa

Por Daniel Molina Deja un comentario

Cómo superar el miedo a salir de casa

El miedo a salir de casa

Hay personas que se enfrentan a diario al pánico que les supone salir de sus hogares. Una vez que estamos en la calle nos exponemos al mundo, y sus peligros se hacen más reales. Eso es una cuestión que a muchas personas le supone un tormento, y les impide tener una vida normal. Hay miedos que son capaces de cambiarnos por completo, y cambiar todo nuestro mundo, y nos llegamos a convertir en la sombra de quienes fuimos. Es por ese motivo que debemos aprende a cómo superar el miedo a salir de casa.

No poder tener el control de las cosas ni del comportamiento de los demás nos puede llevar a angustiarnos por completo. Podemos llegar en ese punto a percibir todo como un peligro potencial. Es un síntoma asociado a un cuadro ansioso. Y lo cierto es que salir de nuestra zona de confort puede llegar a ser aterrador, pero es necesario. Estamos diseñados para movernos, y aceptar todos los cambios de la vida. Nada es para siempre, y nada se puede retener de forma permanente. Tenemos que asumir ciertos riesgos y vencer nuestros miedos.

Así que, el miedo a salir de casa se denomina agorafobia, y es un trastorno de ansiedad. Exponerse al mundo puede ser realmente aterrador para muchas personas, y más aún cuando hemos experimentado malas experiencias que nos hacen estar en alerta. El miedo puede llevarnos a percibir peligros donde no los hay, y de ese modo nuestra vida se ve totalmente limitada. Las vivencias desagradables que no hemos sido capaces de gestionar pueden cambiarnos por completo, y también cambiar toda nuestra vida. Vivir subyugados por nuestros miedos es realmente limitante.

Es importante que sepamos cómo superar el miedo a salir de casa. No podemos permanecer siempre “a salvo” en casa. Debemos exponernos sin miedo a los demás y al mundo exterior. El miedo puede destruir todo lo que somos, y es por ello que no podemos dejarnos vencer por él. Aquello que tememos puede no ser tan aterrador si nos enfrentamos a ello. Solamente necesitamos afrontar todo aquello que nos da miedo, y si para ello debemos buscar ayuda, tendremos que hacerlo. No podemos dejarnos arrastrar por nuestros temores.

Qué es la agorafobia

Podríamos definir la agorafobia como el miedo irracional a los espacios abiertos y normalmente concurridos, que pueden representar un peligro potencial, y la persona que padece este temor se suele sentir en estos casos sin escapatoria, vulnerable o avergonzado. Es un miedo relacionado con no poder tener el control de todo lo que nos ocurre alrededor, y con la posibilidad de vernos expuestos a una situación que pueda atentar contra nuestra integridad.

Las personas que sufren agorafobia cuando se están en espacios concurridos que no pueden controlar, sienten como su ansiedad se eleva, y comenzarán a sufrir un ataque de pánico. Ese es el resultado de estar en un estado permanente de alerta ante posible peligros, e ir acumulando mucha tensión. Al final, toda esa tensión propia del miedo que podemos llegar a sentir se tiene que expulsar mediante los citados ataques.

El miedo a salir a la calle va asociado sobre todo a enfrentarse a situaciones que no se pueden controlar, como por ejemplo sufrir un atraco, encontrarse mal y no obtener ayuda, desmayarse o incluso morir. Son esa clase de situaciones que no podemos controlar la que nos asusta y nos deja sumidos en un estado de alerta permanente. Debemos entender que el miedo alimenta a nuestra ansiedad. Y si no nos enfrentamos a esos miedos, estos se harán más fuertes. Es importante aprender cómo superar el miedo a salir de casa.

Si una persona sufre agorafobia cada vez que tenga que salir a la calle, será para ella un suplicio. Los miedos consiguen arrebatarnos todo lo que somos, para convertirnos en la sombra de quienes fuimos. Quien no puede salir a la calle libremente, sin miedos, verá su vida afectada por completo. Tendrá problemas en el trabajo, en sus relaciones, e incluso en su día a día. No podemos dejar que nuestros miedos nos secuestren. 

Síntomas del miedo a salir de casa

El miedo a salir de casa o agorafobia puede afectarnos a cada persona de un modo diferente. Habrá personas que sufran una serie de síntomas, y habrá otras que puede padecer otros síntomas distintos. Todo dependerá de las características personales de cada persona. Este trastorno relacionado con la ansiedad se manifiesta mediante unos síntomas tanto físicos como psicológicos, y los más comunes son:

  • Opresión en el pecho, o dolor torácico.
  • Sensación de ahogo o de falta de aire.
  • Hiperventilación, mareos y sensación de desmayarse.
  • Problemas digestivos, náuseas, y vómitos.
  • Taquicardias o pulso acelerado.
  • Sudoración excesiva y temblores.
  • Terror a perder el control.
  • Pensamientos catastrofistas y negativos.
  • Dependencia de otras personas, sensación de incapacidad.
  • Agitación, o episodios de ira.
  • Alteración del sueño y del apetito.
  • Dificultad para relacionarse o salir del aislamiento.
  • Desesperanza y estado de ánimo bajo.

Como podemos comprobar, los síntomas están relacionados con la ansiedad. Son el resultado de no saber gestionar el estrés, y dejar que los niveles de ansiedad se eleven tanto que su sintomatología aparecerán en forma de ataque de pánico. Y esto ocurrirá cuando las personas que padece agorafobia se tiene que enfrentar a aquellas situaciones que tanto miedo le produce, es decir, salir de casa.

Cómo superar el miedo a salir de casa

Como en todo, no existen atajos a la hora de afrontar y superar nuestros miedos más profundos. Si salir de casa te supone una gran agonía, y tu angustia se ve totalmente elevada, tanto que te paralizas, entonces debes ser consciente de que necesitas ayuda. El único método para superar el miedo a salir de cada y vencer la agorafobia que padeces, es hacer terapia. La terapia te dará las herramientas necesarias para afrontar tus miedos, y de esa manera dejar de evitarlos. Es esencial que apuestes por una intervención psicológica continua. También puedes seguir una serie de recomendaciones que te ayudarán a controlar esos miedos mientras haces tu terapia. Y entre dichos consejos están:

  • Actívate. Para poder rebajar la ansiedad es positivo que hagas actividades que te permitan tener la mente ocupada, y que puedas sentirte bien. Quizás deberías apostar por el deporte, o por dar largas caminatas. Lo importante es que te sientas activo.
  • Relaciónate. No te aísles, no cometas ese error. Una persona a solas en un estado de ansiedad tan elevado, solamente hará que pensar demasiado en sus miedos y en sus angustias. Es fundamental que puedas relacionarte y tener un tiempo para compartir con los demás. Si sientes mucho miedo busca un lugar que te sea confortable para ti. Un sitio donde te sientas seguro. Hazlo hasta que hayas superado tus miedos.
  • No intentes controlarlo todo. Debes aprender a dejar que todo fluya. Solamente puedes controlar lo que hacer y lo que sientes. Todo lo demás escapa de tu control. Por lo tanto, no intentes estar siempre en alerta. Simplemente, experimenta lo que te ofrece tu día a día.
  • Identifica que te asusta. Tienes que hacer un ejercicio de reflexión acerca de tus miedos, y de como afectan a tu vida. Identificar la base o la raíz de la problemática que estás sufriendo te ayudará a hacerle frente. Da nombre a tus miedos y lograrás superarlos.
  • Aprende a relajarte. Busca la manera de relajarte. Puedes probar con la respiración diafragmática. Es un método sencillo y efectivo de relajarnos rápidamente, y no sucumbir a nuestra ansiedad. También puedes probar con alguna disciplina como el yoga o el taichi.
  • Ten buenos hábitos. En los casos de ansiedad elevada es importante que nos cuidemos teniendo hábitos saludables, que nos permitan sentirnos bien. Así que aliméntate bien, descansa y duerme bien, y deja a un lado cualquier consumo tóxico o que te pueda alterar, como puede ser el alcohol.
  • No sea exigente contigo. Háblate bien y sé compasivo contigo. Tienes un miedo que no sabes gestionar. Por lo que buscando ayuda, y afrontando esos temores, ya haces más que suficiente. Cuídate, y sé amable contigo y con tu proceso terapéutico.
  • Apóyate en los demás. Diles a tus seres queridos y cercanos qué te ocurre. Si saben que estás sufriendo podrán darte toda la ayuda y el apoyo que puedas necesitar de ellos. Es fundamental sentirse apoyado para lograr superar aquello que nos paraliza, como son los miedos.

No dejes que el miedo sea tu dueño, y determine todos los aspectos de tu vida. Puedes vencer aquello que tanto temes. Para ello es esencial que aprendas a creer en ti, y apostar por la terapia. Realizar terapia es lento y se necesita de un gran esfuerzo personal. Por ello, debes creer en el proceso y seguir todos los pasos terapéuticos para poder controlar, y afrontar tus miedos. Aprender a cómo superar el miedo a salir de casa. ¡Adelante!

 

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Ansiedad

Tratamiento para la ansiedad

Por Daniel Molina

tratamiento para la ansiedad

Qué es la ansiedad

Todos hemos pasado por momentos angustiosos donde no hemos sabido como afrontar una gran adversidad. Es una experiencia realmente terrible, donde notaremos como nuestro estrés se eleva sin remedio. Toda esa tensión que experimentamos en esos malos momentos, cuando se prolonga en el tiempo, se transforma en la temida ansiedad, y aparecen todos sus síntomas. Es cuando tenemos que buscar un tratamiento para la ansiedad.

La verdad es que la ansiedad es necesaria. Todos los seres vivos la experimentan, y les ayuda a estar preparados para actuar ante un posible peligro. Por lo tanto, podemos afirmar que la ansiedad es en si un mecanismo de supervivencia. Pero lo realmente patológico, es cuando ese sistema de alarma queda permanentemente “activado”, y percibimos todo como un peligro potencial, haciendo que aumente nuestro estrés y nuestra angustia. Es la denominada ansiedad patológica. Y en estos casos es necesario un tratamiento psicológico para la ansiedad.

La ansiedad es un trastorno que no desaparece por si solo, y sus síntomas son realmente angustiantes y dolorosos. Es cierto que podemos aprender a controlar los efectos de la ansiedad, pero nunca desaparecerá del todo. Siempre acabará apareciendo si nos encontramos en situaciones adversas que no sepamos gestiona. Por todo ello, necesitamos tratar la ansiedad, para hacer desaparecer todos sus síntomas, y sentirnos bien de nuevo. Apuesta por el tratamiento para la ansiedad.

Nadie tiene por qué vivir con esa angustia, y padecer toda la tensión que la ansiedad acumula en nuestro cuerpo y en nuestra mente. No podemos mirar nunca hacia otro lado, ni buscar atajos, ni medicamentos milagrosos. La ansiedad es fruto del miedo, y tenemos que saber cuáles son nuestros miedos, y como podemos gestionarlos adecuadamente. Para ello necesitamos tratar nuestra ansiedad desde la intervención psicológica. La terapia nos dará todas las herramientas que necesitamos para vencer a este trastorno, y dejar de sufrir su angustiosa sintomatología.

Síntomas de la ansiedad 

Antes de descubrir los síntomas más comunes de la ansiedad, deberíamos tener en cuenta que este trastorno afecta a cada persona de un modo diferente. Es decir, hay personas que padecerán ciertos síntomas, y otras personas pueden padecer síntomas muy distintos. Todo dependerá de las características emocionales y psicológicas de cada persona. Y entre los síntomas de la ansiedad más comunes podemos encontrar:

  • -Dificultad para pensar y concentrarse.
  • -Opresión en el pecho, sensación de ahogo, y taquicardias.
  • -Mareos, náuseas y palidez.
  • -Alteraciones de sueño. Necesidad de dormir poco, o muchas horas.
  • -Afecciones cutáneas.
  • -Nerviosismo, e incapacidad para tener calma.
  • -Problemas digestivos, como son diarreas o vómitos.
  • -Sensación de perder el control.
  • -Pensamientos catastrofistas, o sensación de que algo terrible va a suceder.
  • -Dolores musculares y cefaleas.
  • -Tendencia al aislamiento o problemas para relacionarse.
  • -Miedo o fobias irracionales.
  • -Posible idealización acerca del suicidio.

Para poder controlar los síntomas y llegar a superarlos, debemos tratar lo que los provoca, es decir, nuestra ansiedad. Si miramos hacia otro lado, y no tratamos nuestros miedos y nuestra angustia, los síntomas siempre aparecerán, y lo harán cuando experimentemos una situación adversa que no sepamos como afrontar. Por ese motivo, es necesario busca un tratamiento para la ansiedad efectivo. Debemos apostar por la terapia.

Causas de la ansiedad

Todos estamos expuestos a sufrir ansiedad. Eso es lo cierto. Solamente con sufrir una adversidad personal, sentimental, o de cualquier otra índole, que no sepamos como gestionar hará que nuestros niveles de estrés se eleven sin remedio. Soportar un gran estrés durante un tiempo determinado favorecerá que padezcamos los primeros síntomas de la ansiedad, y que al final este trastorno se quede en nuestras vidas. 

Es cierto que a menudo la genética puede ser un desencadenante a la hora de padecer ansiedad, pero no es determinante. Todos podemos padecer este trastorno independientemente si hay algún caso en nuestra familia directa o no. Como ya he dicho en el apartado anterior, para padecer ansiedad solamente es necesario que nos enfrentemos a una gran adversidad que no sepamos gestionar, o no sepamos como afrontarla adecuadamente. Ello es sin duda la causa principal de padecer este terrible trastorno. Debemos apostar por el tratamiento para la ansiedad.

Para poder combatir y superar la ansiedad de un modo efectivo, debemos antes conocer que la ha provocado. Debemos averiguar que nos asusta, y cuáles son esos miedos que tanto nos paralizan. Sabiendo la raíz o la causa principal de nuestra ansiedad, podremos mediante una intervención psicológica, desarrollar técnicas que te ayuden a controlar todo aquello que te afecta, y afrontarlo con éxito. Tenemos que apostar por sentirnos bien de nuevo, y dejar a un lado todo aquello que nos angustia.

Tratamiento para la ansiedad

Tenemos que entender que la ansiedad no se cura, se supera, Y antes de lograr superar la ansiedad debemos aprender a controlarla. Todo ello se consigue mediante la terapia psicológica. Gracias a ella podemos disponer de todas las herramientas para poder vencer a este trastorno. La terapia nos ayuda a saber qué nos da tanto miedo y tanta angustia, y nos enseña a como controlar nuestra ansiedad hasta lograr superarla del todo. Pero claro, no es fácil ni rápido. Si quieres superar para siempre la ansiedad, debes saber que el camino es largo, y necesitarás de todo tu esfuerzo. Y ese es un precio que pocas personas están dispuestas a pagar, y es por ello que conviven por siempre con este trastorno. Es un precio demasiado alto, ¿no crees?

Como la terapia es costosa y lenta, muchas personas optan por el tratamiento para la ansiedad con medicamentos. Siento decirte que en la lucha contra este trastorno no existen atajos ni productos milagrosos. Los ansiolíticos solamente te calman, pero no sirven para tratar tu ansiedad. Es simplemente un parche que te permitirá estar tranquilo aunque sea de forma momentánea. La única vía para vencer a la ansiedad para siempre es la terapia. Así que, apuesta por el tratamiento de la ansiedad y vuelve a sentirte bien de nuevo.

Servicios de tratamiento de la ansiedad

Terapia Online por Chat escrito o por teléfono

El servicio de Terapia online consiste en una suscripción mensual, y consta de dos sesiones cada mes.

También tendrás acceso a todos los cursos, a las guías y a los test de evaluación.

Si solamente quieres hacer una consulta, tienes a tu disposición el servicio de consulta por Email.

Consulta Email

25€

¿Qué incluye?

Consulta mediante un email

Análisis completo

Realización de un informe

Respuesta en 24 horas

CONTRATAR

Terapia por Chat

50€/mes

¿Qué incluye?

2 sesiones de 45 minutos cada mes

Acceso a todos los cursos

Acceso a todas las guías

Acceso a los test

SUSCRIBIRSE

Terapia por Teléfono

80€/mes

¿Qué incluye?

2 sesiones de 45 minutos cada mes

Acceso a todos los cursos

Acceso a todas las guías

Acceso a los test

SUSCRIBIRSE

Renovación automática cada mes

Gestionarás tu propia cuenta

Puedes darte de baja cuando quieras

Recomendaciones para el tratamiento de la ansiedad

Además de acudir a terapia, podemos seguir una serie de recomendaciones que nos ayudarán a no aumentar, y controlar nuestra ansiedad. De ese modo podemos llegar a encontrarnos mucho mejor, y así poder estar más disponibles emocionalmente a la hora de recibir ayuda terapéutica. Y entre dichas recomendaciones podemos encontrar:

  • -Actívate. Si sientes que la ansiedad se está adueñando de tu cuerpo y de tu mente, lo mejor que puedes hacer es moverte, y realizar actividades que te permitan estar centrado en cosas positivas. Por ejemplo, puedes apostar por el deporte, por la música, o por el arte. Aprovecha para hacer todo aquello que te gusta, y quizás dejaste de hacer por culpa de tu ansiedad.
  • -Relaciónate. No te aísles y sal de casa. Retoma todas aquellas relaciones que la ansiedad te ha arrebatado. Vuelve a quedar con todas esas personas que quieres y que te quieren, y déjate cuidar. Incluso puedes aprovechar para conocer a personas nuevas. 
  • -Escucha tus emociones. Si te sientes triste, o quizás angustiado, no intentes acallar todo lo que experimentas. Las emociones aparecen para decirte algo, y normalmente es para indicarte que necesitas cambiar algo en tu vida. Escucha e identifica que tiene que decirte cada emoción.
  • -Aprende a relajarte. Tienes que buscar alguna técnica que te ayude a relajarte. Puedes probar con la respiración diafragmática, que es una técnica muy simple de relajación. O quizás puedes probar con técnicas como el yoga o el taichi. Haz aquello que te resulte más efectivo a la hora de relajarte.
  • -Ten buenos hábitos. Procura dormir todo lo que necesites, y comer sanamente. Intenta no tomar alcohol o fumar. Tener unos hábitos saludables te permitirán sentirte mejor y rebajar tu nivel de angustia.
  • -Establece unos horarios. Planifica tu día a día. Ten un horario para dormir, para tus actividades, para descansar, etc. Tener un día organizado te permitirá tener una mente organizada. Es importante que tengas unos horarios fijos para todo.
  • -No te exijas demasiado. Tu día solamente tiene 24 horas. Así que, no quieras hacerlo todo. Tómate tu tiempo para hacer cualquier cosa, sin agobios. Y respeta tu tiempo para el descanso y para desconectar.
  • -Deja que todo fluya. No puedes controlarlo todo. Así que, deja que todo siga su curso, y no tengas miedo a las novedades. Al final la vida es cambio, y no tenemos el control de casi nada. Por ese motivo, disfruta de todas las experiencias que te ofrece la vida.

Preguntas frecuentes

¿Qué garantías tiene la terapia online?

La terapia online siempre será impartida por un psicólogo cualificado, empleando las mismas técnicas que la terapia tradicional. Por lo tanto, podemos afirmar que la terapia online tiene las mismas garantías terapéuticas que la terapia presencial.

¿Qué es la terapia online?

La terapia online es una intervención psicológica que se implanta mediante las nuevas tecnologías, como por chat, teléfono móvil, o videoconferencia. 
Debemos tener en cuenta que la terapia online tiene las mismas garantías y efectividad que la terapia presencial, pero con grandes ventajas, como son la comunicación directa y continua, el anonimato, realizar las sesiones donde y cuando quieras, etc. Apuesta por la terapia online y siéntete bien de nuevo.

Qué es la terapia emocional

Podríamos definir la terapia emocional como un área de la psicología que se enfoca en las emociones. Es decir, su trabajo se centra principalmente en el modo de experimentar y gestionar nuestras emociones, para saber así las causas de nuestro malestar emocional, y elegir el mejor proceso terapéutico para cada persona.
Tenemos que entender que las emociones es el reflejo de todo lo que sentimos, y de todo lo que procesamos en nuestro interior. Descubrir que nos perturba y nos hace daño, nos ayudará, sin duda, a poder afrontar y superar todo malestar emocional que podamos padecer. Así que, como psicólogo online, te animo a que apuestes por ti, y apuestes por la tera

Áreas de intervención de la terapia online

La terapia online puede tratar: la dependencia emocional, la autoestima baja, ansiedad, depresión, gestión emocional, problemas de pareja o sentimentales, dificultades para relacionarse, o problemas emocionales.

¿Qué ventajas tiene la terapia online?

Entre las grandes ventajas que podemos encontrar en la terapia online, es recibir la ayuda que necesitas sin desplazamientos innecesarios, y en el horario que tú necesites. También puedes optar por el anonimato si lo prefieres, además la comunicación puede ser más directa y continua que en la terapia presencial. Y por último, el precio suele ser más asequible que la terapia impartida en una consulta física.

¿Para quién está dirigido la terapia online?

La terapia online está dirigida a cualquier persona que esté pasando un mal momento, y busque ayuda para afrontar esa situación. Además, es un servicio óptimo para todas aquellas personas que no quieran o no puedan desplazarse a una consulta presencial.

¿En qué consiste la terapia online?

En la terapia online se siguen las mismas estrategias y métodos que la terapia presencial. Así que, la terapia constaría de cuatro fases diferenciadas. En la primera se reuniría toda la información acerca de la problemática que quieras tratar. En un segundo paso, se establecerán los objetivos terapéuticos que se quieren alcanzar. Posteriormente, se realizaría la intervención terapéutica. Y por último, se haría sesiones de seguimiento para comprobar la evolución, y evitar recaídas.

¿Cuánto dura la terapia online?

La duración de la terapia dependerá de cada persona y de lo que quiera tratar. Puede ocupar desde pocas sesiones hasta las necesarias para poder superar la problemática que se quiera superar.

¿Cómo funciona el servicio de Terapia Online?

Los servicios de terapia online consisten en una suscripción mensual, que consta de dos sesiones mensuales de 45 minutos, pudiendo elegir entre hacerlas mediante chat escrito o llamada telefónica. Seguimiento continuo, y acceso a todos los cursos de apoyo emocional, que son un gran complemento a la terapia.

¿Hay permanencia o periodos mínimos?

En Psicólogo Emocional online no creemos en las permanencias ni en periodos mínimos. Tienes la plena libertad de darte de alta y de baja. Recuerda que tú gestionarás tu cuenta.

¿Tengo que pagar algo por darme de alta o de baja?

De ninguna manera. Darte de alta y de baja es totalmente gratuito. El único pago que efectuarás es la cuota mensual.

¿Cuál es la forma de pago?

El pago se efectuará mediante tarjeta, ya sea de débito o de crédito. El pago es totalmente seguro, y tendrás la garantía de que todos tus datos estarán siempre protegidos. Una vez te des de alta, el cobro de tu suscripción se efectuará el mismo día de cada mes. Es decir, si por ejemplo, te das de baja el día 5 de un mes determinado, el cobro se realizará el mismo día de cada mes de manera automática.

¿Y si solamente quiero apuntarme un mes para probar?

Una vez que te des de alta, tendrás tu nombre de usuario y una contraseña. Tú gestionarás tu propia cuenta. Por lo que si solamente quieres probar, puedes darte de baja tú misma cuando quieras.

¿Cómo me doy de alta?

Es muy sencillo. Solamente tienes que elegir el modo de terapia online que prefieras, y seguir los pasos de la plataforma de pagos. Al hacerlo tendrás tu nombre de usuario y tu contraseña, y una vez efectuado el pago tendrás acceso a tu cuenta. Es un proceso rápido y sencillo.

¿Cómo me doy de baja?

Es tan sencillo como darte de alta. Una vez quieras darte de baja, solamente tienes que acceder a tu cuenta y hacerle click al enlace de darte de baja, y ya está.

¿Qué hago si he olvidado mi contraseña?

No te preocupes. Siempre que olvides tu contraseña, podrás recuperarla en la pestaña que encontrarás cuando quieras acceder a tu cuenta.

¿Puedo suscribirme al servicio de terapia online si vivo fuera de España?

¡Por supuesto! Puedes suscribirte vivas donde vivas. Lo único que tienes que recordar es que las sesiones se realizan en el horario de España. Así que, si vives en otro país, ten en cuenta la diferencia horaria.

Publicado en: Ansiedad

Qué son los ataques de pánico

Por Daniel Molina Deja un comentario

Qué son los ataques de pánico - Curso Qué es un ataque de pánico

Cómo nos ataca la ansiedad

La ansiedad nos ataca de forma diferente a cada persona. Habrá personas que sufran ciertos síntomas asociados a este trastorno, y habrá otras que sufrirán una sintomatología diferente. Lo que sí sufren las personas con ansiedad en común son los temidos ataques de pánico. Cuando la presión que acumulamos debido a la angustia que sentimos es tan alto, nuestro organismo debe deshacerse de ella, y lo hace mediante dichos ataques. Para comprenderlos debemos saber qué son los ataques de pánico, y en este artículo lo descubriremos.

Todos estamos expuestos a sufrir ansiedad. En esencia la propia ansiedad es necesaria para nuestro día a día. Nos permite estar en alerta, y reaccionar de un modo rápido a las exigencias de nuestro entorno. Lo realmente preocupante es cuando esa misma ansiedad es tan elevada, que no somos capaces de gestionarla adecuadamente, y ese sistema de alerta se queda “encendido” de forma permanente. En ese estado percibiremos todo como un peligro potencial, y estaremos siempre angustiados por el miedo que sentimos.

Para padecer ansiedad solo basta con no saber como afrontar una adversidad, como por ejemplo, sufrir problemas monetarios, tener una mala relación de pareja, o padecer una gran pérdida. Son experiencias que pueden hacer que nuestros niveles de estrés se vean seriamente aumentados, hasta llegar a niveles muy dañinos. Si sufrimos ese nivel alto de angustia durante un tiempo prolongado, llegaremos sin duda a padecer ansiedad, y con ella la aparición de sus síntomas.

Saber cómo tenemos que afrontar la ansiedad pasa por aprender qué son los ataques de pánico. Si comprendemos como este trastorno nos ataca, sabemos como debemos reaccionar. Al final debemos buscar toda la ayuda que nos sea posible reunir en la lucha contra la ansiedad, porque es un trastorno que nunca desaparecerá por si solo. Puede ser que haya momentos en los que la ansiedad puede estar silenciada, pero siempre acaba por aparecer, y lo hará cada vez con más fuerza. Es por ese motivo que debemos hacer todo lo posible por vencerla.

Qué son los ataques de pánico

Podríamos definir los ataques de pánico como un mecanismo de nuestro organismo para deshacerse de toda la tensión acumulada. Cuando los niveles de ansiedad son muy elevados, nuestro cuerpo y nuestra mente se tensan hasta unos límites muy nocivos. En ese punto nuestro organismo reacciona y se tensa hasta su punto máximo, para ir poco a poco destensándose y volviendo la normalidad.

Gracias a los ataques de pánico podemos deshacernos de toda la tensión y presión que hemos ido acumulando. Toda esa angustia puede hacer que nuestra mente y nuestro cuerpo se tensen hasta su límite, y es entonces cuando necesitamos rebajar toda esa tensión. En ese momento comenzaremos a sufrir los primeros síntomas de los ataques de pánico. Podemos llegar a sufrir, por ejemplo: opresión en el pecho, dolor mandibular, o sensación de ahogo, entre otra sintomatología.

Los síntomas y las sensaciones tan angustiosas que podemos llegar a sufrir durante los ataques de pánico, puede hacer que desarrollemos un miedo atroz a volver a sufrir dichos ataques y sus síntomas. La ansiedad se alimenta del miedo, y al final se convierte en el pez que se muerde la cola, porque ese miedo que sufrimos hará que aumente nuestra ansiedad, y ello nos lleve de nuevo a sufrir un ataque de pánico.

Síntomas de un ataque de pánico

Debemos entender que la ansiedad puede atacarnos de un modo diferente a cada persona. Hay quien padecerá unos ciertos síntomas, y hay otras personas que pueden sufrir otros muy distintos. Todo dependerá de nuestras características personales. Así que, a continuación repasaremos los síntomas más comunes de un ataque de pánico, y de ese modo podremos entender como nos puede afectar nuestra ansiedad. Y entre dichos síntomas podemos encontrar:

  • Tensión mandibular.
  • Opresión en el pecho.
  • Sensación de ahogo, de que nos falta el aire.
  • Taquicardias.
  • Sudoración excesiva, palidez, mareos, y náuseas.
  • Pensamientos catastrofistas, sensación de que algo terrible va a ocurrir.
  • Incapacidad de pensar con claridad.
  • Miedo a perder el control.
  • Dolor muscular.
  • Alteraciones digestivas.
  • Dificultad para calmarse.

Estos son los síntomas más frecuentes, pero no son los únicos. Todo dependerá de como nos afecta nuestra ansiedad. Lo cierto es que la sintomatología propia de un ataque de pánico es realmente dolorosa tanto a nivel físico como a nivel psicológico, y es capaz de paralizarnos por completo. Por ese motivo debemos aprender como nos afecta nuestra ansiedad, para de ese modo desarrollar técnicas terapéuticas para reducirla y poder superarla.

Causas de un ataque de pánico

Cuando nos enfrentamos a una adversidad que nos podemos gestionar, nuestros niveles de estrés se elevarán sin control. La angustia y el miedo se apoderarán de nosotros. Padecer este estado tan estresante durante un tiempo prolongado, favorecerá la aparición de la ansiedad. Así, iremos acumulando más y más estrés, por tanto, generaremos una gran tensión interior. Y al final, cuando lleguemos a un límite de acumulación de tensión muy elevado, tendremos que deshacernos de ella, y solo lo lograremos mediante un ataque de pánico.

Saber qué son los ataques de pánico nos ayudará a entender el proceso de deshacernos de toda la tensión que hemos ido acumulando. En esos momentos críticos, donde la tensión ha llegado a su punto máximo, hará que todo nuestro organismo se tense. Comenzaremos a sufrir todos los síntomas de un ataque de pánico, y todo nuestro cuerpo y nuestra mente se tensarán de una forma muy intensa, hasta llegar su tope, para posteriormente irnos destensando y volver a la normalidad. Es un proceso realmente angustiante, pero necesario para desprendernos de toda esa angustia acumulada. Al final tenemos que aprender que los ataques de pánico son la causa de padecer una ansiedad patológica.

Así que, podemos afirmar que la causa de los ataques de pánico es la propia ansiedad. Cuando nuestros niveles de estrés sean muy elevados y lleguen a su punto máximo, esto hará que aparezcan dichos ataques, para de ese modo poder deshacernos de toda la tensión y la angustia que hemos acumulado. Si logramos controlar nuestra ansiedad, estos ataques de pánico irán remitiendo por completo.

Tratamiento para los ataques de pánico

La ansiedad es un trastorno que consigue confundirnos. En momentos de gran estrés aparece con toda su contundencia, llegándonos a paralizar por completo. Y después, hay momentos en los cuales se silencia. Es decir, es capaz de mantenerse en un estado latente hasta que vuelva a surgir alguna otra adversidad que la reactive. Por tanto, es esencial realizar un tratamiento psicológico continuado, hasta que podamos controlar los síntomas de la ansiedad, y de ese modo ir superándola.

En consecuencia, es imprescindible la intervención psicológica para poder tratarla de forma adecua y efectiva. Siento decirte que no existen atajos, ni medicaciones mágicas. La ansiedad no se cura, se afronta. Por tanto, es necesario afrontar todos nuestros miedos, y aprender a gestionarlos para poder vencer este trastorno, y eso solo se consigue mediante la terapia. Como complemento a la terapia podemos seguir las siguientes recomendaciones:

  • Actívate. Es muy importante que puedas hacer actividades que te permitan sentirte bien, y tener la mente despejada, como por ejemplo hacer deporte. Igual sería un buen momento para hacer todas aquellas cosas que te apasionaban antes de sufrir ansiedad.
  • Organízate. Tener el día a día organizado, nos permitirá rebajar nuestros niveles de estrés. Deberías saber el tiempo y las actividades que vas a realizar, evitando hacer más de lo que puedes abarcar. Un día organizado nos permite tener una mente organizada.
  • Descansa. Igual que tienes tiempo para hacer tus obligaciones, debes tener cada día un tiempo para descansar, y para ti. No puedes ni debes estar en todo momento en un modo activo. Debes respetar tus descansos.
  • No te aísles. Relaciónate, e intenta salir de casa. Quizás sería el momento de explicarles a tus seres queridos que te ocurre, y como pueden ayudarte. Es importante que te abras emocionalmente, y dejes ayudar.
  • Intenta relajarte. Para poder relajarte podrías probar con ejercicios básicos como la respiración diafragmática, o incuso puedes apostar por disciplinas como el taichi o el yoga. Es fundamental que puedas regular tus niveles de estrés.

Todas estas recomendaciones son muy efectivas, pero si quieres superar la ansiedad, debes apostar por la terapia. Gracias a una intervención psicológica continuada podrás tener las herramientas para afrontar tu ansiedad. Nadie debe vivir bajo el yugo del miedo, ni dejar que este trastorno consiga afectarnos en todos los ámbitos de su vida, y convertirnos en la sombra de quienes fuimos.

Cómo controlar un ataque de pánico

Cuando estamos expuestos a un gran nivel de estrés durante un tiempo prolongado, la ansiedad aparecerá mediante un ataque de pánico. Este tipo de ataques son repentinos, y suelen darse cuando estamos más relajados, y hemos bajado la guardia. Debemos comprender que si estamos en alerta nuestro organismo está preparado par actuar, pero cuando estamos relajados es cuando nuestra mente y nuestro cuerpo se puede deshacer de todo la tensión acumulada. Por tanto, es muy normal que suframos un ataque de pánico cuando estamos en una situación relajada. 

Cuando nuestro organismo tiene que deshacerse de toda la tensión acumulada, comienza a tensarse, y comenzamos a sufrir los primeros síntomas como puede ser la tensión mandíbula o la opresión en el pecho. En esos momentos nuestra mente se centra en ese dolor, y todo comienza a descontrolarse. Es importante saber como actuar en esos momentos cruciales para poder superar el ataque de pánico lo antes posible. Y para ello deberíamos seguir los siguientes pasos:

  • Ponte cómodo. Ante los primeros síntomas debes sentarte o tumbarte. Tienes que estar en la posición que te sea más cómoda. Aprovecha esos primeros instantes para desabrocharte el cinturón o quitarte los zapatos si te aprietan. Si estás en un lugar público busca un lugar donde puedes sentirte cómodo, y si estás acompañado dile a esa persona que te pasa. Dile que necesitas silencio y tranquilidad. 
  • Céntrate en ti. Cierra tus ojos. Intenta centrar tus pensamientos en el hecho de que es algo momentáneo, y que todo pasará. No te pasa nada, ni te estás muriendo, aunque el pecho te duela y comiences a hiperventilar. Controla tus pensamientos, y dirígelos a cosas positivas.
  • Respira. Es esencial que respires correctamente. Debes respirar de un modo pausado y controlado. Debes inspirar lentamente, y soltar el aire de un modo pausado. Esa clase de respiración te ayudará a relajarte.
  • Hazte masajes. Puedes masajearte el pecho, te ayudará a reducir el dolor, y la sensación de opresión. No te va a ocurrir nada. Así que, sigue respirando y no pares de masajear la zona del pecho hasta que el dolor remita.
  • Vuelve a la normalidad. Cuando toda la sintomatología remita y vuelvas a la normalidad, te sentirás cansado y exhausto. Es normal, te has desprendido de toda la tensión que has ido acumulando. Después de un ataque de pánico deberías descansar, y solo levántate cuando estés preparado. Tómate tu tiempo. No tengas prisa.

Recuerda que es importante saber qué son los ataques de pánico para poder superarlos. Y para conseguir que esta clase de crisis remitan debes tratar tu ansiedad. Cuando logres controlar tus niveles de ansiedad, y gestionar tus emociones, podrás superar este trastorno, y de ese modo dejar de sufrir esta clase de ataques. Se puede vivir sin ansiedad, solamente es necesario que apuestes por ti, y confíes en la terapia. Libérate de todos tus miedos, y de toda la angustia que te generan. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Ansiedad

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