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Depresión

Relación entre el insomnio y la depresión

Por Daniel Molina Deja un comentario

Relación entre el insomnio y la depresión

El insomnio como síntoma de la depresión

Aunque se suele asociar los cuadros depresivos con la necesidad de dormir en exceso, y de estar lo más inactivo posible, lo cierto es que la dificultad para conciliar el sueño es un síntoma principal de este trastorno del estado de ánimo. Es por ese motivo que las personas que padecen una depresión suelen dormir mal, y estar todo el día cansados. Y esto empeora aún más su estado. Debemos tener muy en cuenta la relación entre el insomnio y la depresión.

Las personas que padecen depresión sufren tanto que su cabeza está siempre centrada en ese dolor. Es decir, la actividad de sus pensamientos es frenética, y esa es una de las causas principales de no poder descansar correctamente, cuando nuestro estado de ánimo es tan bajo. Si no descansamos a nivel psicológico, tampoco o haremos a nivel físico, y el cansancio durante todo el día será extremo.

El cansancio es una secuela directa del insomnio. Por tanto, la depresión nos impide descansar de un modo correcto, y nuestro cuerpo y nuestra mente estarán siempre a medio gas. Es decir, la relación entre el insomnio y la depresión hará que nos sintamos agotados en todo momento, y no podremos tener el descanso que tanto necesitamos. Y todo ello nos llevará a tener un estado de ánimo cada vez más bajo, haciendo que nuestro cuadro depresivo empeore.

El hecho de tener dificultad para dormir hace que nuestro estado de ánimo nunca se recupere. Cuando estamos mental y físicamente agotados, percibimos todo de un modo más negativo y oscuro. El descanso es esencial para recuperarnos de cualquier cosa que nos afecta en nuestra mente y en nuestro cuerpo, y cuado no se consigue descansar, todo empeora. Es por ese motivo que quien sufre depresión ve empeorado su estado, ya que su mente es incapaz de obtener el descanso que necesita.

Relación entre el insomnio y la depresión

Existe la falsa creencia que las personas que sufren depresión suelen estar siempre durmiendo, o inactivas, cuando eso no es así. Las personas que sufren este trastorno ven alterado por completo su estado de ánimo, y ven como no son capaces de recobrar sus energías para llevar su día a día de un modo normal. La profunda tristeza que sienten les lleva a padecer una apatía tal que se ven incapaces de realizar cualquier actividad, por pequeña que esta sea, y ello les lleva a la más extrema desesperación.

A todo ello hay que añadir que una persona que sufre depresión tendrá la mente ocupada en su estado, y tendrá pensamientos negativos recurrentes que harán que su actividad mental no les permita descansar adecuadamente. No poder conciliar el sueño debido a las preocupaciones o los miedos, hará que no puedan descansar como necesitan, y ese agotamiento les llevará a tener un estado de ánimo totalmente negativo, Al final, es el pez que se muerde la cola, es decir, la depresión les llevará al insomnio, y el insomnio hará que empeore su depresión. Es ahí donde reside la clave para explicar la relación entre el insomnio y la depresión.

Una persona con depresión tendrá siempre la sensación de estar sumergida en un profundo abismo, percibiendo todo como algo negativo. Todos esos pensamientos hará que las preocupaciones y la angustia sea tan elevada, que será incapaz de conciliar el sueño, y ese cansancio le acompañará durante todo el día. Es por ese motivo las personas con este trastorno siempre están cansadas y agotadas. Además, todas estas alteraciones harán mella en el buen funcionamiento de nuestro cerebro, ya que impedirá la segregación de hormonas como la dopamina, y ello nos llevará a padecer un estado de ánimo realmente bajo.

El daño que hace el insomnio en la depresión

No descansar adecuadamente tiene efectos muy negativos en la salud tanto física como mental. Todos hemos pasado por momentos malos en nuestras vidas, donde no hemos sido capaces de conciliar el sueño de un modo normal, y hemos visto que el cansancio ha hecho mella en nuestro estado de ánimo. El descanso insuficiente hace que no segreguemos hormonas tan importantes para nuestro bienestar emocional como la dopamina. Al no segregar esta hormona, notaremos que no somos capaces de percibir nada de un modo positivo, sumergiéndonos en una profunda tristeza y apatía.

Además, cuando no somos capaces de conciliar el sueño, los pensamientos negativos y las preocupaciones se vuelven recurrentes, y nos hace estar en alerta. En estos casos, no podremos alcanzar el descanso necesario y nos haría estar en alerta. Ello puede generarnos un gran estrés, que prolongado en el tiempo, puede hacer que lleguemos a padecer ansiedad, empeorando aún más nuestro cuadro depresivo.

Es fundamental tratar nuestra depresión para poder frenar todos esos síntomas asociados a este trastorno, como es el cansancio. Una vez que mejoremos nuestro estado de ánimo, podremos conciliar el sueño de un modo más efectivo, y el descanso será el adecuado. Para ello es necesario la terapia psicológica. Gracias a ella podremos ir mejorando nuestro estado anímico poco a poco hasta lograr recupéranos por completo.

Cómo superar la depresión 

Una vez que hemos entendido la relación entre el insomnio y la depresión, debemos comprender la necesidad de tratar este trastorno para así frenar todos sus síntomas, como es la incapacidad de conciliar el sueño y descansar. Para ello es importante que iniciemos un proceso terapéutico. La terapia es la única herramienta eficaz para mejorar nuestro estado de ánimo, y superar la depresión. Pero además podemos seguir algunas recomendaciones que nos ayudarán a mejorar, como son:

  • Actívate. Hacer el esfuerzo de hacer algún tipo de actividad, nos ayudará a tener la mente centrada en algo positivo y constructivo. Podemos probar con el deporte, o quizás apostar por la pintura o por la música. Podemos retomar actividades que por nuestro estado de ánimo hemos dejado de lado. Haz todo aquello que te guste y te haga sentir bien.
  • Relaciónate. Aunque suponga un enorme esfuerzo, intenta relacionarte con tus seres queridos. Queda con amigos, con familiares o con tu pareja, y no te aísles. Es importante que puedas conectar con alguien y dejar atrás estar todo el día en casa.
  • Mantén unos horarios. Tener unos horarios para todo te puede ayudar a tener una mente más organizada, y te obligará a hacer una rutina diaria. Ello te hará sentirte mejor, aunque suponga un esfuerzo titánico.
  • Expresa tus emociones. Cada vez que algo te preocupe o te haga daño, explícatelo a ti misma, y si puedes, explícaselo a alguien cercano. Es crucial que le des nombre a todo lo que sientes. Te ayudará a comprender que te ocurre, y hará que puedas sentirte mejor. Por ello la terapia es tan efectiva.
  • No seas tan exigente. Cuando se sufre depresión se debe tener en cuenta que no estamos al máximo de energías. Por lo tanto, respeta tu ritmo, y haz todas tus actividades amoldándote a tu estado de ánimo. No quieras hacer más de lo que puedes abarcar, porque te hará sentirte sobrepasado, y eso hará que te sientas mal contigo mismo. La recuperación de una depresión es lenta. Ten paciencia.
  • Apóyate en tus seres queridos. No hay nada como sentirse respaldado por los tuyos. Hazles partícipe de tu recuperación. Es importante hacer ese camino acompañado por las personas que más te quieren, y que siempre están a tu lado. Pide ayuda.
  • Inicia una terapia. No te creas nada respeto a atajos o medicaciones mágicas. Es cierto que pueden hacer que mejores tu estado de ánimo, pero no harán que superes la depresión. Así que, apuesta por la terapia psicológica para afrontar todo aquello que te impide sentirte bien. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Depresión

La relación entre la depresión y el silencio

Por Daniel Molina Deja un comentario

La relación entre la depresión y el silencio

Cuando la depresión es silencia

Nadie está exento de sufrir un cuadro depresivo en algún momento de su vida. Por muy preparados que estemos, la vida a veces nos golpea tan fuerte que hace que nuestro estado de ánimo se ve seriamente dañado. Hay personas que viven ese momento tan oscuro que están sufriendo, como algo de lo que avergonzarse o quizás algo que deban esconder, así se forma la relación entre la depresión y el silencio.

Desde siempre, la persona que se ha visto envuelta en una profunda tristeza y apatía, se le ha percibido, a menudo, como una persona débil o poco válida por todo su entorno. Son creencias totalmente erróneas que socialmente se ha tenido acerca de la depresión. Ese modo de pensar hace que personas que están pasando por un mal momento personal se callen, y no hagan público todo el sufrimiento que están soportando. Y este hecho suele agravar aún más el estado de las personas que padecen este tipo de trastorno del ánimo.

Cuando se sufre depresión lo que menos desea esa persona es que los demás opinen, den consejos, o les critiquen, por ese motivo, muchas personas que padecen este trastorno optan por silenciar su sufrimiento. De ese modo no tienen que dar explicaciones, ni sentirse juzgados eternamente. Al silenciar su depresión pueden llevar su pesar sin las presiones que pueden generar las personas que les rodea.

La relación entre la depresión y el silencio es fruto del desconocimiento social acerca de este trastorno, que hace que las personas que lo sufren silencien su dolor con tal de no sentirse juzgados, o que nadie pueda tenerle lástima. Estas personas solamente necesitan ser escuchadas y apoyadas por aquellas personas que les rodea, siempre respetando sus ritmos, y su proceso. Lo ideal sería que quien sufre este trastorno del estado de ánimo pudiera expresar su dolor, y poder pedir la ayuda que necesita de todo su entorno. Para ello quizás sería recomendable quitarnos de encima todos esos prejuicios, e informarnos acerca de lo que significa la depresión, así como el daño que puede llegar a hacer.

La relación entre la depresión y el silencio

Cuando una persona es diagnosticada, y le comunican que padece depresión, en un primer momento no sabrá como reaccionar, y empezará a cuestionarse como se lo tomará su entorno, es decir, su familia, su pareja, etc. Una persona que está sumergida en un profundo abismo, del cual no ve la salida, tiene que lidiar con su dolor, y con la incertidumbre de si su entorno más cercano podrán comprender que le ocurre.

Lo cierto es que no hay nada más doloroso que sentirse solo e incomprendido en los momentos más oscuros. Aunque muchas personas lo crean, la depresión no es algo que se pueda elegir, y quien lo padece se enfrenta a todo un proceso de recuperación realmente difícil y doloroso. No es algo que pasará sin más. Se requiere de toda la ayuda que esa persona pueda obtener, y de todo su esfuerzo personal para lograr volver a sentirse bien.

Toda persona que ha sufrido un cuadro depresivo ha escuchado frases como: “todo pasará”, “tú necesitas salir más”, o “tómate esa pastilla que te irá genial”. Son frases fruto de la ignorancia. La depresión no es algo que pase por si sola, ni tampoco hay pastillas mágicas que la curen, porque la depresión no se cura, se afronta, y la medicación solamente sirve para mejorar levemente el estado de ánimo. Para luchar contra la depresión no existen los atajos. Se requiere de ayuda psicológica continuada. No hay más.

En una sociedad donde todos opinan a la ligera, sin tener en cuenta la realidad de cada persona, para alguien que padece un estado de ánimo bajo puede preferir silenciar su depresión, que verse envuelto en juicios, y críticas de todo su entorno. Todos deberíamos ayudarnos unos a otros, y quien pase por un mal momento personal debería tener todo el apoyo posible, más aún de las personas más cercanas. La relación entre la depresión y silencio es el fruto de la incomprensión y del sufrimiento que ello conlleva.

El dolor que produce el silencio en la depresión

Si una persona se ve obligada a silenciar su sufrimiento es porque se siente incomprendida. Al final se trata de no juzgar, simplemente ayudar. No podemos caer en el error de cuestionar a alguien por su estado de ánimo. La vida puede darnos a todos serios golpes que no sabemos como gestionar, y ello nos llevará a padecer un inmenso dolor. La persona que está sufriendo un cuadro depresivo necesita ayuda, no opiniones ni juicios acerca de su estado.

La relación entre la depresión y el silencio produce aún más dolor, y agrava el estado de quien padece este trastorno. Una persona que intenta aparentar normalidad, cuando en su interior todo se derrumba, puede soportar una gran tensión que puede desembocar en el padecimiento de ansiedad. Hay personas que se ven tan empujadas a aparentar que estar bien, que incluso hacen el enorme esfuerzo de relacionarse, trabajar, o hacer cualquier otra actividad que con su estado anímico representa un verdadero sobreesfuerzo, e incrementa su sufrimiento.

Quien padece un cuadro depresivo se puede sentir culpable por no poder estar al cien por cien, y creerá que puede hacer más de lo que hace, cuando eso no es cierto. La presión social o familiar puede ser un verdadero lastre para la recuperación de toda persona que sufra este trastorno. Ello aumentará aún más si cabe su sufrimiento, y no sería capaz de gestionar adecuadamente todo lo que está padeciendo. La autoestima baja es una de las secuelas de la depresión. Este estado de ánimo tan bajo puede hacer que nos percibamos como persona no válidas o débiles, cuando no es así, y ello nos dificulta mejorar nuestro ánimo.

No debemos silenciar nuestra depresión

Tenemos que entender que toda persona tiene que expresar todo su sufrimiento como parte de su recuperación. No se trata tampoco de irse al otro extremo, y de desahogar nuestro pesar con toda persona dispuesta a escucharnos. Al final se trata de que las personas más cercanas entiendan nuestro dolor, y sepan darnos la ayuda que necesitemos. El silencio nunca es la solución para nada, solamente hace que todo se agrave. Así que, debemos comunicar a quienes siempre están a nuestro lado, lo que nos ocurre, y de ese modo sabrán como pueden ayudarnos.

La relación entre la depresión y el silencio nunca debería existir. Debemos darle la naturalidad que requiere al hecho de sufrir este trastorno. Como ya he dicho, nadie está exento de padecer un cuadro depresivo. La vida es lo suficientemente dura para hacer que nuestro estado de ánimo se resienta, y podemos caer en un profundo abismo de tristeza y apatía. Por ese motivo, debemos ser más compresivos con aquellas personas que libran sus propias batallas, y ser compresivos con nosotros mismos, permitiéndonos caer alguna vez. No somos piedras, somos personas, y a veces no sabemos como gestionar todo lo malo que nos ocurre. Debemos ser más amables con nosotros mismos.

La depresión no se cura, se afronta y se supera. Pero debemos entender que no existen los atajos, ni las medicaciones mágicas. Todo tiene su proceso, y este trastorno requiere de una atención psicológica continuada, y sobre todo el esfuerzo de la persona que lo padece. No se puede superar de un día para otro. Así que, debemos tener la suficiente paciencia para dejarnos ayudar, si no arrastraremos ese estado de ánimo bajo para siempre, y eso es algo que debemos evitar a toda costa.

El silencio es una barrera que dificulta la recuperación de toda persona que sufre depresión. Lo recomendable es expresar aquello que sentimos, y hacerlo con las personas más cercanas y queridas. El apoyo social y familiar es indispensable para superar un cuadro depresivo. Por tanto, tenemos que contar con dar toda a información posible acerca de todo lo que padecemos a nuestro entorno más cercano para que sepan lo que significa la depresión que estamos padeciendo, y de ese modo sabrán como pueden ayudarnos. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Depresión

Relación entre depresión y obesidad

Por Daniel Molina Deja un comentario

Relación entre depresión y obesidad

Síntomas de la depresión y la obesidad

La depresión es un trastorno que nos puede llevar a sufrir una gran tristeza y apatía. Nos lleva a sumergirnos en un profundo abismo emocional del cual no podemos encontrar la salida. Esta psicopatología nos llega a robarnos todo lo que somos, nuestra energía y nuestras motivaciones. Sufrir ese gran dolor nos incapacita, y nos lleva a no tener las suficientes fuerzas para hacer nada, ni tan siquiera abordar nuestro día a día. Por ese estado de letargo infinito, podemos llegar a sufrir ciertas alteraciones físicas, y una de ellas es la relación entre depresión y obesidad, como veremos en este artículo.

Tanto si has sufrido algún episodio depresivo como si no, debes entender que cuando una persona carece de motivaciones, y no se ve con las suficientes energías para enfrentarse a su día a día, ello puede empujarle a estar siempre inactivo. Las personas que sufren depresión suelen permanecer inactivas, y esa inactividad siempre acarrea una serie de consecuencias que pueden ser muy perjudiciales para su salud.

Los síntomas de la depresión pueden favorecer la aparición de obesidad, o de agravar un sobrepeso existente. Entre dicha sintomatología podemos encontrar:

  • Apatía grave. Sentir una gran falta de energía para hacer cualquier actividad, por muy cotidiana que sea.
  • Alteraciones del sueño. Puede darse la necesidad de dormir en exceso o muy pocas horas. Y esto tienes unas claras consecuencias endocrinólogas.
  • Aislamiento. Las personas con depresión, sienten necesidad de no relacionarse con nadie, y evitar exponer su sufrimiento a los demás, o poner buena cara cuando no pueden hacerlo,
  • Problemas digestivos. Como la diarrea, las nauseas, o los vómitos. Estas alteraciones nos puede llevar a comer de forma poco sana, o que la comida nos haga ganar peso.
  • Malos hábitos. No tener horarios para nada, ni para comer, o comer de forma insana. Comer a deshora o comer alimentos en busca de un cierto alivio emocional, nos puede llevar a la ingesta compulsiva.
  • Falta de motivación. Sin motivación no tenemos ganas de hacer nada, y eso nos lleva a la inactividad, y un cuerpo inactivo puede llegar a padecer sobrepeso, entre otras alteraciones físicas.

Como podemos comprobar, la obesidad puede llegar a ser una de las consecuencias de sufrir un cuadro depresivo grave. También debemos tener en cuenta que padecer sobrepeso u obesidad puede llevarnos a sufrir una depresión. La relación entre depresión y obesidad es bidireccional, y una puede ser causa de la otra. Por ese motivo, debemos aprender que es esencial que lleguemos a describir las causas de todos nuestros males. Porque de ese modo, con esa información, podemos desarrollar las mejores estrategias para afrontarlo, y volver a sentirnos bien.

Relación entre depresión y obesidad

La relación entre depresión y obesidad es un hecho incontestable. Sufrir un trastorno como es padecer un cuado depresivo, es realmente terrible. Nos roba nuestras energías, y nuestras ganas de vivir. Nos sumergen en un oscuro y profundo abismo, del cual no logramos ver la salida. En ese estado, somos incapaces de movernos, de enfrentar nuestra día a día, ni tan siquiera hacer aquellas actividades que antes nos gustaban. La depresión nos roba todo, incluso todo lo que somos, convirtiéndonos en la sombra de la persona que un día fuimos. Sufriendo tan desanimo y apatía, es común ganar peso, haciéndonos que nos sintamos cada vez peor, no solamente en el plano físico, sino también en el psicológico y emocional.

Los síntomas de la depresión nos incapacitan, nos roban todas las energías que necesita, o incluso para afrontar nuestras rutinas. Toda esa inactividad, unida a la posibilidad de adoptar malos hábitos de alimentación debido al estado emocional tan bajo, puede llevar a la persona que sufre depresión, a ver como su peso se eleva, alterando tanto su físico como su propio estado emocional. Así que, quien tiene sobrepeso debería averiguar las causas de su aumento de peso. La ignorancia nos puede llevar a pensar que quien sufre de sobrepeso es porque come demasiado. Pero las cosas nunca son tan sencillas, y toda conducta tiene su causa subyacente. Comer de forma poco sana suele ser debido a un estado anímico bajo, y eso deberíamos tenerlo en cuenta.

En la relación entre depresión y obesidad debemos también en cuenta que la si la obesidad puede ser una consecuencia de sufrir un cuadro depresivo, también puede ser la que depresión sea por causa de la obesidad. Es decir, una persona con sobrepeso debido a como se siente, a como se percibe, o el daño que puede hacerle el rechazo de los demás, puede llevarle a sufrir un cuado depresivo. Tanto la depresión como la obesidad pueden ser la causa como la consecuencia, la una de la otra, y es algo que debemos tener muy presente.

La obesidad como causa

Hasta ahora nos hemos centrado principalmente en el hecho de que la depresión, y su sintomatología, nos puede llevar a ganar peso, y poder sufrir obesidad. Pero también debemos tener en cuenta que la obesidad, y todo lo que la rodea, puede llevarnos a sufrir un cuadro depresivo. Es una realidad, y es un factor que tenemos que asumir en la relación entre depresión y obesidad.

Una persona que sufre sobrepeso u obesidad, debe enfrentarse a menudo en su día a día, al juicio y las críticas de los demás. Al no tener el patrón corporal aceptado socialmente, suelen ser víctimas de juicios, e incluso insultos. La ignorancia y la falta de valores de ciertas personas, pueden hacer mucho daño a personas que se ven diferentes, y de ese modo, su autoestima acabará totalmente destruida si no pueden gestionar todo ese rechazo y acoso.

Saber que uno no es aceptado, simplemente por físico, es un factor esencial que explicaría por qué podemos sufrir un cuadro depresivo. Aunque uno se acepte tal como es, y se sienta bien consigo mismo, si su entorno le remarcan aquello que creen que es malo, y le reprochan todo lo que es, al final todas esas voces pueden acallar la propia voz de cualquiera de nosotros. Cuando una opinión no es constructiva, se convierte en crítica, y esas críticas pueden destruirnos por completo.

Si una persona con sobrepeso u obesidad se ve rechazada, crítica e insultada, su autoestima y su estado anímico se verán seriamente afectados. Comenzará a cuestionarse a si misma y a su valía, y todo ello la sumergirá en una profunda tristeza. Todo lo que conlleva la obesidad puede hacer que la persona que la sufra pueda caer en una profunda depresión. No hay nada más doloroso que cuestionarse a uno mismo, y eso lo consigue los juicios, o mejor dicho, los prejuicios de los demás. Logran silenciar nuestra propia voz, y nos empujan a un abismo de tristeza y de angustia. La gordofobia pude hacer mucho daño.

Cómo tratar la relación entre depresión y obesidad

Es esencial tratar la depresión para, de ese modo, poder afrontar todas sus consecuencias. Padecer una profunda tristeza, nos lleva a la inactividad, y a sufrir ciertas alteraciones que nos pueden llevar a padecer ciertas secuelas, como puede ser la obesidad. El sobrepeso o la obesidad, como hemos podido ver en este artículo, puede ser la causa o la consecuencia de la depresión, y para tratar una debemos tratar también a la otra. Es decir, debemos tratar la relación entre depresión y obesidad de un modo global y directo.

La depresión se debe tratar mediante la terapia psicológica. Gracias a ella podemos obtener todas las estrategias que necesitamos para afrontar todo aquello que nos hace sentirnos mal, y por tanto, mejorar nuestro estado de ánimo. Al tratar la depresión podemos tratar todos sus síntomas, pudiendo dejar atrás la apatía, la falta de motivación, o la inactividad. Eso siempre nos ayudará a no ganar peso, e incluso reducirlo, además de volver a sentirnos bien de nuevo.

Si sufres depresión debido al odio y el trato recibido por los demás por tu sobrepeso, ese mismo trato que te ha hecho dudar de ti mismo, y de quien eres, deberías tratar tu autoestima y tu estado de ánimo. Recibir el acoso de los demás por cualquier motivo, nos puede llegar a destruir por completo. El dolor y el sufrimiento que produce la gordofobia, puede hacer que la víctima acabe desarrollando un cuadro depresivo. Por tanto, la terapia es también necesaria en estos casos. Es importante que las víctimas de la gordofobia puedan aceptarse tal y como son, reconstruir su autoestima, y mejorar su estado anímico. Todo ello se consigue mediante la psicoterapia.

Por último, decir que, las dietas o cualquier otra técnica para evitar el sobrepeso, son inútiles cuando las causas pertenecen al plano emocional o psicológico. En estos casos es imprescindible la terapia. La ayuda psicológica es necesaria para volver a sentirnos bien, motivados, y con las energías suficientes para afrontar nuestro día a día. Volver a activarnos emocional y físicamente es esencial a la hora de tratar la relación entre depresión y obesidad. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Depresión

Tratamiento para la depresión

Por Daniel Molina

tratamiento para la depresión

Qué es la depresión

Nadie puede estar a salvo de acabar atrapado en una profunda tristeza y en una inmensa apatía. Todos pasamos por malos momentos que no sabemos como afrontar, y eso hace que nuestro estado de ánimo se vea seriamente dañado, y comenzamos a  percibir todo como algo negativo y peligroso para nosotros. En ese instante nos asomamos al abismo que representa este trastorno, que nos roba la alegría y las ganas de vivir, y nos sumerge en un profundo y oscuro pozo de soledad y angustia. Para afrontar ese estado, antes tenemos que saber qué es y cuál será el tratamiento para la depresión.

Podríamos definir la depresión como un trastorno del estado de ánimo, que se caracteriza pro sufrir una tristeza y una apatía persistente e intensa, de la cual no se encuentra consuelo ni manera de afrontarla adecuadamente. Los síntomas de este trastorno son realmente incapacitantes, llevando a quien los padece a una profunda desesperación, y a una falta total de energías, incluso para poder afrontar su día a día. Por ese motivo, hay personas que no acaban de entender que la depresión es grave, y que la persona que la padece queda incapacitada. Y si inactividad no es por pereza ni porque quiere, sino porque padece depresión, y este trastorno consigue arrebatarnos todo aquello que somos, convirtiéndonos en la sombra de la persona que un día fuimos.

La depresión requiere que la persona que la padece saque fuerzas de donde no tiene, y centre todos sus esfuerzos en reconstruirse y volver a sentirse bien. Para ello es necesario toda una lucha que parte de una terapia especializada para afrontar y superar este trastorno, y volver a ser nosotros mismos. Buscar un tratamiento para la depresión es el primer paso para recuperar nuestras vidas, porque consigue arrebatarnos todo aquello que somos, nuestras fuerzas, e incluso nuestra vida. Todas aquellas personas que han sufrido un cuadro depresivo lo describen como estar en un profundo abismo del cual no encuentras la salida. Padecer depresión es mucho más grave de lo que las personas suelen pensar, pero realmente es un trastorno que no tiene compasión ni piedad, y nos puede destruir por completo.

Síntomas de la depresión

Antes de describir los síntomas de la depresión más comunes, tenemos que pararnos para explicar que la depresión ataca a cada persona de un modo diferente. Es decir, habrá personas que padezcan una serie de síntomas, y habrá otras que pueden padecer otros muy distintos. Todo dependerá de las características emocionales y psicológicas de cada persona. Una vez entendido esta cuestión, pasamos a repasar los principales síntomas de este trastorno. Y entre ellos podemos encontrar:

  • -Cansancio extremo, falta de energías.
  • -Apatía, dejar a un lado aquello que antes nos gustaba.
  • -Alteraciones del sueño, o dormir poco o demasiadas horas.
  • -Dolores musculares, articulares y cefaleas.
  • -Falta de apetito o necesidad de comer mucho.
  • -Dificultad para concentrarse o pensar con claridad.
  • -Incapacidad para realizar incluso las actividades del día a día.
  • -Poblemas digestivos.
  • -Posible idealización del suicidio.
  • -Tendencia al aislamiento, problemas para relacionarse.
  • -Tristeza persistente e intensa.

Para poder controlar y superar todos estos síntomas tenemos que buscar un tratamiento para la depresión. Una vez que lleguemos a superar este trastorno y nuestro estado de ánimo mejore, todos estos síntomas irán remitiendo. La depresión es siempre grave, y debemos estar en alerta. No podemos mirar hacia otro lado ni esperar que haya medicaciones milagrosas que la curen. Porque la depresión no se cura, se afronta, y para eso siempre tenemos la terapia. Hay que apostar por el tratamiento para la depresión y por sentirnos bien de nuevo.

Causas de la depresión

La depresión suele aparecer en nuestras vidas de un modo lento pero implacable. Nos roba todo lo que somos. Nos roba nuestro presente y nuestro futuro, y nos hace sumergirnos en una profunda tristeza de la cual no lograremos recuperarnos hasta que no la tratemos. Para poder hacer frente a este trastorno primero deberemos saber cuáles son sus causas. De ese modo podemos establecer una intervención psicológica adecuada en casa caso. Y existen dos principales causas que se puede describir en dos tipos de depresión. Y estas son:

  • -Depresión endógena. Esta depresión es la causada por factores biológicos o químicos dentro de nuestro sistema nervioso y cerebral. Los cuadros depresivos de este tipo suelen darse cuando existe una bajada la segregación de una hormona llamada dopamina. Nuestro organismo rebaja la cantidad que segrega y comenzamos a experimentar una profunda tristeza. Es una depresión que no tiene una causa visible o explicable en un primer momento y es difícil de diagnosticar. En algunos casos muy graves se necesitará que se complemente la terapia con medicamentos. Pero solamente en casos muy extremos que se necesite un aumento rápido del estado de ánimo.
  • -Depresión exógena. Es la depresión más entendible, y es aquella que está causada por factores externos, como puede ser la pérdida de un ser querido, una ruptura sentimental, o tener problemas económicos. Podemos encontrar una razón para sufrir este tipo de depresión. Todos pasamos por malos momentos, y sufrir un bajón en nuestro estado de ánimo nos puede llevar a sufrir un cuadro depresivo. Este tipo de depresión se trata mediante terapia. 

Tratamiento para la depresión

Aunque muchos profesionales de la medicina y muchas personas apuesta por la mediación como forma de “curación” de la depresión, eso es solo un atajo pero sin salida. Los fármacos destinados a la depresión solamente sirven para aumentar el estado de ánimo, no para tratar la depresión. El único tratamiento efectivo para este trastorno es la terapia. La intervención psicológica es esencial para poder vencer nuestra depresión. Solamente en los casos más extremos sería recomendable complementar la terapia con mediación. Pero en aquellas personas con un cuadro depresivo muy severo. Debemos apostar por un tratamiento para la depresión efectivo.

Para poder superar la depresión deberemos poner todo nuestro esfuerzo, y saber que requiere de tiempo. Como este trastorno nos roba todo lo que somos y lo que nos importa, debemos reconstruirnos, y eso requiere mucha fuerza de voluntad. Es por ese motivo que para vencer a nuestra depresión necesitamos ayuda terapéutica. La terapia nos dará todas las herramientas que necesitamos para controlar sus síntomas, y mejorar nuestro estado de ánimo. Y hay que recordar que la depresión no se cura, se afronta. Si padeces depresión toma la decisión de afrontarla, o toda esa oscuridad que se ha instalado en tu interior se quedará para siempre. Este trastorno nunca desaparecerá por si solo. Requiere un proceso terapéutico para afrontarlo. Apuesta por la terapia como tratamiento para la depresión

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Recomendaciones para el tratamiento de la depresión

Ya hemos descubierto que el método más efectivo para superar la depresión es la terapia. Una intervención terapéutica continua nos ayudará a identificar que nos ocurre, y nos dará las herramientas para poder aumentar nuestro estado de ánimo. Pero también podemos complementar la terapia con ciertas acciones que nos ayudarán a reducir los efectos de nuestra depresión, y sentirnos poco a poco mejor. Y entre dichas recomendaciones encontramos:

  • -Actívate. Sabemos que la depresión nos roba nuestra alegría, nuestras fuerzas, y las ganas de hacer cosas. Debemos hacer el esfuerzo de hacer actividades que nos permitan sentirnos bien además de activos. Podemos probar con el deporte, o con algo más liviano como es pasear. Tenemos que poner de nuestra parte y sentirnos activos de nuevo.
  • -Exprésate. Ponle nombre a todo lo sientes, y todo lo que estás sufriendo. Saber identificar que nos ocurre nos ayudará a poder hacerle frente. Así que, dale voz a tus emociones. Si estás al límite, díselo a tus seres queridos y a las personas que te ayudan. Deben saber qué te ocurre, y te darán el apoyo que necesitas.
  • -Haz aquello que te gustaba. En esos momentos tan oscuros es cuando es más necesario volver a encontrarnos a nosotros mismos. Una buena opción es volver a hacer todo aquello que nos gustaba hacer antes de sufrir nuestra depresión. Eso nos ayudará a sentirnos bien de nuevo, y recontarnos con la persona que éramos.
  • -No te aísles y relaciónate. La depresión nos obliga a aislarnos y a consumirnos en nuestro dolor. No se lo permitas. Haz el esfuerzo y sal a la calle. Vuelve a quedar con las personas más cercanas y queridas, y dedícales tiempo. Porque de ese modo te estarás dedicando tiempo a ti mismo. También incluso puedes aventurarte a conocer a nuevas personas. Haz todo lo que puedas por no aislarte.
  • -Busca apoyo. No eres ni serás la única persona que se ve atrapa por su depresión. Comunícate con tus seres queridos y explícales qué te ocurre, y todo lo que estás sufriendo. De ese modo sabrán como ayudarte. Déjate ayudar por aquellas personas que te rodean y que te quieren.
  • -Organízate. Establecer un horario para todo, te permitirá saber qué hacer en cada momento, y no caer en la apatía propia de la depresión. Un día a día organizado te permitirá tener la mente organizada, y eso te hará sentirte mejor.
  • -Ten hábitos saludables. Duerme las horas necesarias. Come bien. Y ten hábitos saludables que te permitan tener una buena salud física. Eso es importante para que tu mente se encuentre bien. Procura no consumir productos que empeoren tu estado anímico como el alcohol o las drogas. 

Con toda esta información decirte que si padeces depresión, no malgastes tu tiempo y tus energías en buscar atajos ni medicamentos milagrosos que te permitan sentirte bien de nuevo. La única vía para afrontar la depresión es la terapia. Requiere de tiempo y de mucho esfuerzo, pero si quieres superar todo lo que estás sufriendo deberás pasar por ese proceso terapéutico. Así que, busca tratamiento para la depresión, apuesta por la terapia y siéntete bien de nuevo. ¡Adelante!

Preguntas frecuentes

¿Qué garantías tiene la terapia online?

La terapia online siempre será impartida por un psicólogo cualificado, empleando las mismas técnicas que la terapia tradicional. Por lo tanto, podemos afirmar que la terapia online tiene las mismas garantías terapéuticas que la terapia presencial.

¿Qué es la terapia online?

La terapia online es una intervención psicológica que se implanta mediante las nuevas tecnologías, como por chat, teléfono móvil, o videoconferencia. 
Debemos tener en cuenta que la terapia online tiene las mismas garantías y efectividad que la terapia presencial, pero con grandes ventajas, como son la comunicación directa y continua, el anonimato, realizar las sesiones donde y cuando quieras, etc. Apuesta por la terapia online y siéntete bien de nuevo.

Qué es la terapia emocional

Podríamos definir la terapia emocional como un área de la psicología que se enfoca en las emociones. Es decir, su trabajo se centra principalmente en el modo de experimentar y gestionar nuestras emociones, para saber así las causas de nuestro malestar emocional, y elegir el mejor proceso terapéutico para cada persona.
Tenemos que entender que las emociones es el reflejo de todo lo que sentimos, y de todo lo que procesamos en nuestro interior. Descubrir que nos perturba y nos hace daño, nos ayudará, sin duda, a poder afrontar y superar todo malestar emocional que podamos padecer. Así que, como psicólogo online, te animo a que apuestes por ti, y apuestes por la tera

Áreas de intervención de la terapia online

La terapia online puede tratar: la dependencia emocional, la autoestima baja, ansiedad, depresión, gestión emocional, problemas de pareja o sentimentales, dificultades para relacionarse, o problemas emocionales.

¿Qué ventajas tiene la terapia online?

Entre las grandes ventajas que podemos encontrar en la terapia online, es recibir la ayuda que necesitas sin desplazamientos innecesarios, y en el horario que tú necesites. También puedes optar por el anonimato si lo prefieres, además la comunicación puede ser más directa y continua que en la terapia presencial. Y por último, el precio suele ser más asequible que la terapia impartida en una consulta física.

¿Para quién está dirigido la terapia online?

La terapia online está dirigida a cualquier persona que esté pasando un mal momento, y busque ayuda para afrontar esa situación. Además, es un servicio óptimo para todas aquellas personas que no quieran o no puedan desplazarse a una consulta presencial.

¿En qué consiste la terapia online?

En la terapia online se siguen las mismas estrategias y métodos que la terapia presencial. Así que, la terapia constaría de cuatro fases diferenciadas. En la primera se reuniría toda la información acerca de la problemática que quieras tratar. En un segundo paso, se establecerán los objetivos terapéuticos que se quieren alcanzar. Posteriormente, se realizaría la intervención terapéutica. Y por último, se haría sesiones de seguimiento para comprobar la evolución, y evitar recaídas.

¿Cuánto dura la terapia online?

La duración de la terapia dependerá de cada persona y de lo que quiera tratar. Puede ocupar desde pocas sesiones hasta las necesarias para poder superar la problemática que se quiera superar.

¿Cómo funciona el servicio de Terapia Online?

Los servicios de terapia online consisten en una suscripción mensual, que consta de dos sesiones mensuales de 45 minutos, pudiendo elegir entre hacerlas mediante chat escrito o llamada telefónica. Seguimiento continuo, y acceso a todos los cursos de apoyo emocional, que son un gran complemento a la terapia.

¿Hay permanencia o periodos mínimos?

En Psicólogo Emocional online no creemos en las permanencias ni en periodos mínimos. Tienes la plena libertad de darte de alta y de baja. Recuerda que tú gestionarás tu cuenta.

¿Tengo que pagar algo por darme de alta o de baja?

De ninguna manera. Darte de alta y de baja es totalmente gratuito. El único pago que efectuarás es la cuota mensual.

¿Cuál es la forma de pago?

El pago se efectuará mediante tarjeta, ya sea de débito o de crédito. El pago es totalmente seguro, y tendrás la garantía de que todos tus datos estarán siempre protegidos. Una vez te des de alta, el cobro de tu suscripción se efectuará el mismo día de cada mes. Es decir, si por ejemplo, te das de baja el día 5 de un mes determinado, el cobro se realizará el mismo día de cada mes de manera automática.

¿Y si solamente quiero apuntarme un mes para probar?

Una vez que te des de alta, tendrás tu nombre de usuario y una contraseña. Tú gestionarás tu propia cuenta. Por lo que si solamente quieres probar, puedes darte de baja tú misma cuando quieras.

¿Cómo me doy de alta?

Es muy sencillo. Solamente tienes que elegir el modo de terapia online que prefieras, y seguir los pasos de la plataforma de pagos. Al hacerlo tendrás tu nombre de usuario y tu contraseña, y una vez efectuado el pago tendrás acceso a tu cuenta. Es un proceso rápido y sencillo.

¿Cómo me doy de baja?

Es tan sencillo como darte de alta. Una vez quieras darte de baja, solamente tienes que acceder a tu cuenta y hacerle click al enlace de darte de baja, y ya está.

¿Qué hago si he olvidado mi contraseña?

No te preocupes. Siempre que olvides tu contraseña, podrás recuperarla en la pestaña que encontrarás cuando quieras acceder a tu cuenta.

¿Puedo suscribirme al servicio de terapia online si vivo fuera de España?

¡Por supuesto! Puedes suscribirte vivas donde vivas. Lo único que tienes que recordar es que las sesiones se realizan en el horario de España. Así que, si vives en otro país, ten en cuenta la diferencia horaria.

Publicado en: Depresión

Por qué la depresión nos lleva a aislarnos

Por Daniel Molina Deja un comentario

Por qué la depresión nos lleva a aislarnos

La depresión y la necesidad de aislarnos

La depresión es un trastorno del estado del ánimo que nos roba todo lo que somos. Poco a poco acaba con nuestras energías y con nuestras ganas de vivir. Porque debemos comprender que esta enfermedad mental no se basa solo en la tristeza, sino que tiene una sintomatología muy extensa. Entre dichos síntomas está el aislamiento, es decir, la necesidad imperiosa de no tener contacto con nada ni con nadie, y es propio de este trastorno. En este artículo descubriremos el por qué la depresión nos lleva a aislarnos de todo y de todos.

Una persona con depresión carece de motivaciones ni de energías para llevar a cabo cualquier actividad, esto le lleva a pasar muchas horas durante el día en un estado de inactividad muy intenso. Cuando una persona está sumergida en esa enorme apatía no quiere relacionarse con nadie, ni salir a disfrutar del exterior. Solamente busca calma y tranquilidad, porque en su cabeza está padeciendo mucho ruido. Quien padece un cuadro depresivo busca el silencio, y eso solamente lo conseguirá no relacionándose ni experimentando nada. Y esa es la cruda realidad de la depresión.

Tenemos que entender que relacionarse implica hacer el esfuerzo por escuchar, hablar, reír, etc. Eso es justamente lo que nos roba la depresión. Cuando sufrimos este trastorno no tenemos las suficientes fuerzas para interactuar, al igual que hacer otra actividad. En ese estado solamente queremos refugiarnos en ese lugar donde podemos descansar, sin el ruido de todo lo externo. Justo por ese motivo, las personas que sufren depresión rehúyen de toda actividad social. No tienen las energías suficientes para llevar a cabo esa actividad, y su estado de ánimo le impide interactuar con los demás.

La aparición de la depresión y su sintomatología tan aguda se puede explicar mediante los desbarajustes biológicos que se producen en nuestro organismo. Cuando sufrimos este trastorno dejamos de segregar la cantidad de serotonina que deberíamos tener, y comienza a segregar cortisol. Esta alteración hormonal hace que nos sintamos siempre cansados, apáticos, y sin energías para realizar incluso las actividades más leves y comunes. Es importante conocer por qué la depresión nos lleva a aislarnos, ya que ese efecto de este trastorno puede empeorar aún más si cabe nuestra situación.

Síntomas de la depresión

Todos asociamos erróneamente la depresión con la tristeza. Y la tristeza es solamente uno de los muchos síntomas que tiene este trastorno. Hemos descubierto en este artículo que el aislamiento puede ser un síntoma muy común que padecen las personas que sufren un cuadro depresivo. Es importante conocer al menos los síntomas más frecuentes de este trastorno para saber como nos ataca, y poder así buscar la ayuda necesaria para poder combatirlo. Y entre los síntomas de la depresión más comunes encontramos:

  • Sentimiento de vacío y de desesperanza.
  • Ganas inmensas de llorar.
  • Tristeza profunda y duradera.
  • Episodios de rabia e ira. 
  • Sensación de impotencia.
  • Alteraciones del sueño. Necesidad de dormir mucho o pocas horas.
  • Falta de apetito o necesidad por comer en exceso.
  • Percepción de incapacidad para hacer cualquier cosa.
  • Cuadros de ansiedad y angustia.
  • Sentimientos de culpa.
  • Dificultad para pensar con claridad o concentrarse.
  • Cansancio extremo. Falta total de energías para incluso hace actividades cotidianas.
  • Dolores físicos.
  • Idealización acerca del suicidio.
  • Problemas para relacionarse. Tendencia al aislamiento.

Por qué la depresión nos lleva a aislarnos

La depresión es un trastorno que nos puede atacar a cada persona de un modo diferente, pero hay ciertos síntomas que son frecuentes en todas las personas que la padecen. Uno de ellos es la necesidad de aislamiento. Aislarse puede tener una serie de funciones adaptativas como veremos a continuación. Pero antes me gustaría señalar que emociones tales como la tristeza o la apatía nos indican que debemos hacer ciertos cambios en nuestras vidas. No podemos obviarlas, ni silenciarlas. Si experimentamos estas y otras emociones durante la depresión, deberíamos escuchar qué quieren decirnos. Normalmente, nos gritan que cambiemos cosas en nuestras vidas. Cosas que nos hacen daño y nos paralizan.

Cuando sufrimos depresión su sintomatología nos arrebata todo lo que somos, convirtiéndonos en la sombra de quienes fuimos. Nos llega a impedir incluso a realizar las actividades más leves y cotidianas. Sentir esa falta de energías hace que nos repleguemos sobre nosotros mismos. El aislamiento es un efecto directo de padecer un cuadro depresivo. Y por ello aprenderemos a continuación por qué la depresión nos lleva a aislarnos. Y las causas más comunes son:

  • La tristeza. Sentir una profunda tristeza, y sentir como si estuviéramos sumergidos en un profundo y oscuro pozo, nos hace empuja a intentar gestionar todas esas sensaciones y todo ese dolor. No se puede escuchar a nuestras emociones si hay mucho ruido a nuestro alrededor. Por ese motivo, en ese estado, tenemos la imperiosa necesidad de aislarnos por completo, y gestionar como podamos nuestro sufrimiento. Sufrir un mal momento nos lleva a ser más reflexivos, y a querer relacionarnos menos. Nuestras energías menguan, y solamente queremos descansar, y hacer que todo ese ruido que tenemos en nuestra cabeza cese. Este es uno de los motivos esenciales a la hora de necesitar aislarnos cuando sufrimos un cuadro depresivo.
  • Comprender lo sucedido. Caer en una profunda depresión es realmente terrible. No tener las energías suficientes para hacer nada, ni tan siquiera para ser quien somos, nos lleva a un estado de letanía intensa de la que no encontramos ningún remedio. Es importante en estos momentos que la persona reflexione acerca de lo que le ocurre, de sus causas, y de como debe afrontarlo. Para conseguir identificar aquello que sufrimos, debemos estar en paz, y eso solamente se consigue mediante al aislamiento. Forzarnos a relacionarnos en esos momentos puede ser contraproducente, porque puede angustiarnos y empeorar las cosas. Que alguien esté obligándonos a relacionarnos y a salir, puede generarnos más dolor y sufrimiento. Cada persona tiene su proceso, y hay que respetarlo. También debemos darle tiempo a esa persona. Intentan forzar las cosas nunca es la solución.
  • Para recuperarnos. Tenemos que comprender que la depresión nos arrebatan todas nuestras energías, y nos impide llevar una vida normal. Intentar hacer cosas nos puede llevar al límite, tanto a nivel mental como a nivel físico, y ello necesita de un tiempo para recuperarnos. Estar aislados nos permite descansar, y volver a recomponernos. El reposo es necesario para recuperarnos tanto de las enfermedades físicas como de las mentales. Por tanto, en ese estado es difícil poder relacionarse con normalidad, y la persona que busque aislarse para poder encontrarse mejor. Al final es un proceso adaptativo que nos puede ayudar a la hora de afrontar con éxito nuestra lucha contra la depresión.

Qué hacer si la depresión nos lleva a aislarnos

El aislamiento propio de la depresión puede ser incluso adaptativo y funcional como ya hemos visto en el apartado anterior. Pero a veces ese aislamiento se produce por motivos más peligrosos, como puede ser que la persona padezca un profundo sentimiento de culpa, de fracaso, o de vergüenza por encontrarse en esa situación. Esos sentimientos tan negativos puede llevar a cualquiera a aislarse por completo, consumiéndose lentamente. Igual que el aislamiento adaptativo es necesario para el proceso de recuperación, aislarse por esta clase de motivos puede ser realmente dañino, pudiendo a la persona a destruirse por completo.

Por tanto, hay que esta siempre en alerta, e identificar las causas que llevan a la persona deprimida a aislarse. Saber por qué la depresión nos lleva a aislarnos es esencial para saber como debemos afrontar este trastorno, y poder superarlo con éxito. No podemos dejar llevarnos por la falsa idea que la depresión es por nuestra culpa, y que no sabemos afrontar cualquier adversidad. Nadie tiene la culpa de padecer depresión, y tener esos pensamientos acabará por destruir a quien padece este trastorno. 

Lo principal es superar este trastorno que nos arrebata todo. Para ello siento decirte que no hay milagros ni atajos. Los medicamentos antidepresivos solamente te estabilizan, y te permiten estar lo suficientemente bien para funcionar, pero no te curarán la depresión. La terapia farmacológica solamente se debería dar en casos muy extremos, pero nunca en todos los casos. La única herramienta efectiva para tratar este trastorno del estado de ánimo es la terapia. Así que, si padeces depresión apuesta por la terapia. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Depresión

Relación entre emotividad negativa y depresión

Por Daniel Molina Deja un comentario

Relación entre emotividad negativa y depresión

Relación entre emotividad negativa y depresión

La depresión es un trastorno que consigue poco a poco arrebatarnos todo lo que somos, convirtiéndonos en la sombra de las personas que algún día fuimos. Nos roba la alegría, las ganas de vivir, y las ganas de superarnos entre otras cosas. Nos arrebata todo, incluso nos puede robar nuestra capacidad de sentir, y es aquí donde podemos descubrir la relación entre emotividad negativa y depresión.

La emotividad negativa es la incapacidad de sentir o de percibir todo de un modo negativo. Debemos tener en cuenta que la depresión nos anestesia para no sufrir, quedándonos en una letanía donde no logramos ver la luz que nos marca la salida. La depresión no solo nos sumerge en un oscuro y profundo pozo de tristeza y apatía, sino que también nos lleva a no ser capaces de sentir, ni de experimentar ningún tipo de emoción.

Padecer un cuadro depresivo nos hace percibir todo como algo adverso, malo y peligroso. No encontramos sentido a nada, ni siquiera a nuestras vidas. Y eso hace que nuestro estado de ánimo se vea seriamente dañado. Sentirnos mal nos hace experimentar emociones tan dañinas como el miedo, la culpa o la desesperanza. La depresión logra dominarnos, y nos arrebata todo lo que somos. Nos arrebata todo.

Debemos comprender que la depresión es uno de los trastornos más complejos, y difíciles de tratar. Ese estado de ánimo tan bajo consigue vaciarnos por completo, y de ese modo dejamos de sentir. Es aterrador que un trastorno de esta magnitud nos puede atrapar por completo, y hacernos sucumbir en la desesperanza. Es importante que aprendamos a darle la importancia que tiene sufrir depresión, y lo importante que es la intervención psicológica para poder superarla.

Qué es la emotividad negativa en la depresión

Podríamos definir la emotividad en la depresión como la incapacidad de sentir y la percepción de que todo lo que nos rodea es negativo y peligroso, y ello es debido a la depresión que podemos llegar a sufrir. Tenemos que entender de una vez que sufrir una depresión no es solo padecer una profunda tristeza, este trastorno del estado de ánimo tiene multitud de síntomas, es decir, tiene muchas formas de manifestarse. Hay veces que se manifiesta mediante el padecimiento de un gran estrés, o quizás un cambio de humor tan drástico que la persona que padece depresión pueda romper con todo su entorno.

La relación entre emotividad negativa y depresión es una realidad. Este trastorno nos hace que nos centremos en todo lo malo y negativo de la vida. Es un síntoma de la depresión muy intenso, que nos arrebata las ganas de afrontar nuestra vida, y nos hace incapaces de sentir plenamente, haciéndonos percibir el mundo que nos rodea como algo hostil y peligroso. En definitiva, nos quita las ganas de vivir.

Percibir todo como una adversidad puede hacer que sucumbamos al miedo, y nos quedemos totalmente paralizados. Sentirnos vacíos y sentir que nada tiene sentido puede ser realmente peligroso. No hay nada más peligroso para nosotros mismos que perdernos, y no encontrarnos por mucho que lo intentemos. La emotividad negativa hace que nos sintamos perdidos y vacíos, y nos hace percibir el mundo que nos rodea como algo peligroso que puede hacernos mucho daño. Eso hará que nos encerremos más en nosotros mismos, y caigamos aún más en ese profundo y oscuro abismo que representa la propia depresión.

Estados de la emotividad negativa

La depresión hace que perdamos el control de todo lo que nos rodea y de nosotros mismos. Nos hace percibir las cosas de un modo negativo, y ello repercute en todos los ámbitos de nuestras vidas: familia, amigos, pareja, trabajo, etc. Este trastorno del estado de ánimo hace que caigamos en ciertos estados donde la emotividad negativa se hace visible. Y entre dichos estados encontramos:

  • Sensación de incapacidad. La persona comenzará a percibirse a si misma como incapaz, ya que carece de las energías y de las habilidades propias para afrontar ni siquiera su día a día. Eso hace que el estado de ánimo de quien sufre depresión se vea afectado por completo.
  • Rabia e ira. Sentirse siempre mal, y con un estado de ánimo tan bajo, puede hacer que nos enfademos por ello. Es normal sentir emociones como la rabia o la ira cuando no nos sentimos bien. En este estado de oscuridad  todo nos irrita y enfada. 
  • Aislamiento. La depresión hace que nos encerremos en nosotros mismos. Creemos en ese estado de ánimo que nadie nos comprende, y percibimos hostilidad de los demás, cuando no la hay. Ese agobio y esa angustia por sentirnos incomprendidos por las personas que nos rodean, hace que nos vayamos aislando cada vez más.
  • Perder la esperanza. Cuando estamos sumergidos en ese abismo oscuro e intenso que es la depresión, solemos perder la esperanza. No le vemos solución a lo que padecemos, y no vemos la salida. Eso nos lleva a sentirnos cada vez peor, hasta sucumbir en la más absoluta tristeza. 

El daño que hace la emotividad negativa en la depresión

Percibir que todo pueda ser un peligro potencial para nosotros, o una adversidad que no vamos a poder superar, puede hacer que nuestros niveles de estrés se eleven. Y eso prolongado en el tiempo, dará paso a la temida ansiedad. La relación entre emotividad negativa y depresión puede da paso al padecimiento de otros trastornos como la ansiedad, y es por ese motivo que debemos tratar este estado de ánimo.

Sentirnos vacíos y con la percepción de que no podemos afrontar nada hará que nuestra autoestima se vea dañada. Toda personas que sufra depresión se da cuenta de lo que le pasa, y sabe que no tiene en ese momento tan oscuro de su vida, ni las energías ni las capacidades suficientes para afrontar cualquier problema o adversidad que presente, por muy pequeña que esta sea. Es normal sentirse totalmente incapaz, y eso haga que la percepción que tenemos de nosotros mismos se vea dañada. La autoestima siempre se verá afectada cuando nuestro estado de ánimo es tan bajo.

Un estado tan bajo de ánimo que nos haga sentirnos incapaces de hacer nada, ni de afrontar cualquier adversidad favorecerá la aparición de ciertos sentimientos y emociones, que si duda nos harán mucho daño, como son los sentimientos de culpa, la tristeza, la apatía, el miedo, o la ira. Si nos encontramos mal todo irá mal, incluso el hecho de asumir y afrontar todo aquello que sentimos y experimentamos en nuestras vidas.

Cómo superar la depresión

Como hemos podido descubrir existe una relación entre emotividad negativa y depresión. También hemos aprendido que la depresión no es solo sufrir una tristeza perdurable e intensa, sino que va mucho más allá, y sus síntomas pueden ser muy diversos y dispares. Entre esos síntomas están por ejemplo, la incapacidad para afrontar nuestro día a día, la apatía, la falta de energías, la rabia, o incluso el peligroso sentimiento de culpa. La depresión nos ataca a cada persona de un modo diferente, pero lo que siempre se dará es el hecho de que este trastorno del estado de ánimo nos roba todo lo que somos, y nos convierte en la sombra de quien fuimos.

Para poder recuperar las energías y las ganas de vivir debemos tratar aquello que origina ese estado de ánimo tan bajo, es decir, debemos tratar nuestra depresión. Para ello siento decirte que no existen atajos, ni medicaciones mágicas que “curen” la depresión. La depresión se debe afrontar, y debe hacerse mediante la terapia. Gracias a la terapia podemos encontrarnos mejor y tener las herramientas necesarias para poder afrontar este trastorno con éxito. 

Aparte de realizar terapia, hay algunas recomendaciones que nos puede ayudar a vencer a nuestra depresión. Y esas recomendaciones básicas para mejorar nuestro estado de ánimo son:

  • Actívate. Aunque no tengas ganas de hacer nada, intenta hacer algo de actividad. Quizás puedes probar con dar pequeños paseos cada día. O incluso hacer algo de deporte. Esas actividades te harán sentirte mejor y más animado.
  • Relaciónate. Hablar con tus seres queridos, y explícales que te ocurre. Hay veces que las personas necesitan saber como te sientes para saber como ayudarte. No te aísles, y déjate ayudar.
  • Retoma lo que te gusta. La depresión hace que dejemos a un lado cosas que antes nos gustaba hacer, como puede ser tocar algún instrumento, o  pintar, por ejemplo. Vuelve a hacer todo aquello que dejaste a un lado. Mejorará tu estado de ánimo.
  • Organízate. Una de las cosas que más puede ayudarte es organizar tu día a día. Establece un horario para todo, para descansar, para hacer tus actividades, etc. Un día organizado te permitirá mantener tu mente centrada en cosas positivas.
  • No te exijas demasiado. Ten tu ritmo para todo. Y si un día no puedes hacer según que cosas no te culpes, ni te fustigues. Cuando padeces depresión vas a otro ritmo, y tienes otras capacidades. No intentes hacerlo todo, ni querer controlarlo todo en tu vida. Permítete tener días malos. 
  • Expresa tus emociones. Es importante  que sepas identificar que es lo que sientes. Es crucial para saber como actúa la depresión contigo. Y de ese modo podrás saber como puedes afrontarla. También te servirá para poder desarrollar una buena estrategia terapéutica para abordar tu depresión junto a tu psicólogo. ¡Adelante!

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Publicado en: Depresión

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