Cómo detectar el Bullying

Cómo superar el apego desorganizado

💬 “Saber cómo detectar el bullying no siempre es fácil, porque muchas veces se esconde tras el silencio, la tristeza o el miedo a hablar.” 🌿

Los daños psicológicos y emocionales producidos por el bullying son muy graves. Las víctimas requieren de ayuda profesional para poder afrontar todo ese dolor. La terapia psicológica es el método más eficaz para sanar este tipo de heridas. Aparte de restaurar el estado anímico, se tiene que reconstruir la autoestima y la percepción de sí mismo. Además de dar a las víctimas, herramientas para afrontar sus miedos más profundos, y el nivel de ansiedad elevado que llegan a sufrir las víctimas de acoso.

Tanto si el tratamiento se efectúa a un niño, como a un adulto que ha sufrido acoso escolar, las víctimas de bullying necesitarán de una terapia específica que les ayude a sanar todas sus heridas. Para ello se requerirá de tiempo y esfuerzo. No es un camino fácil, aunque es totalmente necesario, Nadie debería vivir con esa carga emocional. Por todo ello, debemos aprender cómo detectar el bullying.

Qué es el bullying

A diferencia del mobbing o acoso laboral, el bullying consiste en un tipo de acoso perpetrado por niños, y tiene como escenario los centros educativos. Se trata de un tipo de acoso que llega a ser totalmente invisible para los adultos, tanto padres como profesores, hasta que los daños psicológicos y emocionales de la víctima son tan grandes que pueden percibirse a simple vista.

Este tipo de acoso se realiza siempre en momentos y lugares fuera del control adulto, como puede ser en los baños del centro educativo, en los pasillos, en el patio, etc. En algunos casos, el acoso llega a ser más extenso, sobrepasando las paredes del colegio, pasando a ser un acoso telefónico  o a través de internet.

Es importante estar alerta, tanto los padres como los profesionales de los centros educativos, ya que existen ciertos síntomas e indicios que nos pueden indicar que un niño o una niña puede estar sufriendo acoso o bullying por parte de sus compañeros. Es vital saber cómo detectar el bullying.

Diferencias entre el bullying y el Ciberbullying

BullyingCiberbullying
Acoso o intimidación agresiva que ocurre en persona, en contextos como la escuela o el vecindario. Acoso o intimidación realizada a través de medios digitales como redes sociales, mensajes de texto o correos electrónicos.
Implica contacto físico o verbal directo, como golpes, insultos, burlas o exclusión social presencial. Utiliza mensajes ofensivos, difusión de rumores, suplantación de identidad o exclusión en plataformas digitales.
Ocurre generalmente en lugares físicos limitados y momentos específicos. Puede ocurrir a cualquier hora y lugar, gracias a la accesibilidad constante de internet y dispositivos.
Las víctimas suelen identificar fácilmente a sus agresores porque el acoso es cara a cara. Los agresores pueden ser anónimos o difíciles de identificar, aumentando la sensación de inseguridad en la víctima.
Las consecuencias emocionales y sociales pueden ser similares, incluyendo ansiedad, depresión y aislamiento. Además, el ciberbullying puede extender su alcance a una audiencia más amplia y prolongarse en el tiempo, amplificando el daño emocional.

Cómo detectar el bullying

Para saber cómo detectar el bullying, debemos saber que entre las señales que nos pueden indicar que estamos ante una víctima de bullying podemos encontrar:

  • Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor.
  • Tristeza, llantos o irritabilidad.
  • Pesadillas, cambios en el sueño y /o en el apetito.
  • Aparece con golpes, hematomas o rasguños, dice que tiene frecuentes caídas o accidentes.
  • Pierde o se deterioran sus pertenencias escolares o personales. Como, por ejemplo: las gafas, la mochila, la ropa, etc.
  • No quiere salir, ni se relaciona con sus compañeros.
  • Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos.
  • No acude a excursiones, visitas, etc., del colegio.
  • Quiere ir acompañado a la entrada y salida
  • Se niega o protesta para ir al colegio.

Estas señales nos pueden manifestar que el niño está siendo acosado y maltratado por otro alumno del centro educativo al cual pertenece.

También es totalmente necesario y fundamental conocer los perfiles psicológicos tanto de la víctima, el agresor, y los observadores, para entender y conocer los actores del acoso, facilitándonos poder averiguar si existe un caso de acoso y poder abordar la problemática. Es muy importante saber cómo detectar el bullying.

Diferentes perfiles psicológicos

Participantes

Los participantes de toda situación de acoso son tres: los acosadores, la víctima y los espectadores. Se trata del denominado “Triángulo del Bullying”.

El agresor o acosador

El perfil tipo del agresor o acosador responde a las siguientes características: Personalidad irritable y agresiva.

  • Es frecuente que sean repetidores y de edad superior a la media de la clase.
  • Su rendimiento escolar es bajo.
  • Muestran una actitud negativa hacia la escuela.
  • Suelen ser más fuertes físicamente que sus víctimas.
  • Muestran poca empatía hacia las víctimas.
  • Presentan altos niveles de impulsividad.
  • Sienten la necesidad de dominar a otros mediante el poder y la amenaza.
  • Toleran mal las frustraciones.
  • Les cuesta aceptar las normas sociales.
  • Presentan una actitud hostil y desafiante con padres y profesores.
  • Perciben escaso apoyo y supervisión parental.
  • Informan de frecuentes conflictos familiares, de autoritarismo y hostilidad.
  • No acatan las normas sociales.
  • Tienen una opinión relativamente positiva de sí mismos: presentan una autoestima media o incluso alta.
  • Tienen un grupo pequeño de amigos (dos o tres) que les apoyan.
  • Son más populares entre sus compañeros que las víctimas.

Además, el agresor suele presentar cuatro necesidades básicas que se resumen en el siguiente esquema:

  • Necesidad de protagonismo: El agresor suele tener la necesidad de ser visto y aceptado, de que le presten atención.
  • Necesidad de sentirse superior: La mayoría de los agresores sienten un enorme deseo de ser más fuertes y poderosos que los demás.
  • Necesidad de sentirse diferente: Los agresores suelen crearse una reputación y una identidad particular en el grupo de iguales que les rodea; pretenden ser diferentes y rechazan todo aquello que no es igual o similar a la imagen que han creado.
  • Necesidad de llenar un vacío emocional: Los agresores no son capaces de emocionarse o reaccionar con afecto ante los estímulos diarios; por el contrario, persiguen constantemente nuevas vivencias y sensaciones que muchas veces logran únicamente cuando crean su propio “espectáculo”.

La víctima

Aunque algunos estudios identifican una serie de características psicológicas o de actitud y comportamiento comunes en las víctimas de bullying, lo cierto es que constituyen un grupo tan variado y heterogéneo que por desgracia cualquier víctima puede convertirse en blanco de las burlas de un grupo de agresores, muchas veces sin otro motivo que el puro azar. Por esas víctima debemos aprender cómo detectar el bullying.

El perfil de un agredido o víctima pasiva suele ser el siguiente:

  • En su apariencia física suelen presentar algún tipo de desventaja (complexión débil, obesidad…).
  • Su rendimiento académico es superior al de los agresores y no tiene por qué ser peor al del resto de los compañeros.
  • Muestran poca asertividad, mucha timidez, inseguridad y ansiedad.
  • Se sienten sobreprotegidos por sus padres y con escasa independencia.
  • Suelen ser ignorados o rechazados por sus compañeros en clase.
  • Tienen dificultades para imponerse y ser escuchados en el grupo de compañeros.

Una vez ha comenzado el acoso, tener una personalidad introvertida o reservada puede dificultar que se denuncien estas situaciones a tiempo, con el consiguiente peligro de que el acoso vaya más, agravándose sus consecuencias y complicando su resolución.

Los observadores

Probablemente, es el grupo con un perfil menos definido. Se trata del grupo de compañeros que colaboran con el acoso y en gran medida lo hacen posible por no denunciarlo. Su actitud puede ser de colaboración, jaleando las acciones e incluso grabándolas con las cámaras de los móviles. Pero incluso si se limitan a no hacer nada, su actitud pasiva refuerza la conducta de los agresores, pues no deja de ser una forma de aprobación.

En ocasiones, actúan de esta forma por miedo a convertirse en las próximas víctimas si salen en su defensa o lo ponen en conocimiento, o bien porque creen que tomando esta actitud les será más fácil integrarse.

Síntomas del bullying

Existen ciertos síntomas que son comunes en las personas que han sufrido bullying o acoso escolar. Y estos son:

  • Pensamientos negativos.
  • Estado de ánimo bajo.
  • Miedos y fobias.
  • Cuadros de ansiedad.
  • Baja autoestima.
  • Problemas para concentrarse y desenvolverse en su día a día.
  • Aparición de ciertos trastornos físicos como los problemas digestivos, o el insomnio.
  • Dificultades para relacionarse y expresar sus sentimientos.
  • Trastornos alimentarios, cambios bruscos de peso.
  • Cefaleas.
  • Resistencia a acudir al centro escolar.
  • Posible idealización suicida.

Todos estos síntomas relacionados con las secuelas del Bullying nos pueden ayudar a identificar el acoso que recibe una víctima, y de ese modo poder actuar, aportándole la ayuda terapéutica que necesita, así como todo el apoyo familiar, social, y escolar que requiera. Saber cómo detectar el bullying es esencial. Es importante conocer la sintomatología porque no sirve como una verdadera guía.

Las secuelas del bullying

Quien sufre un acoso constante y soporta todo ese desgaste emocional y psicológico, al final desarrollará una serie de patologías tanto físicas como mentales. Las personas sometidas a vejaciones, humillaciones y violencia por parte de quien le rodea, llegan a sufrir problemas digestivos, trastornos del sueño y del lenguaje, cuadros de ansiedad, y una bajada en su autoestima, entre otros. Pero quizás el trastorno más grave que pueda sufrir una persona sometida a dicha violencia, es la bajada del estado de ánimo, son las secuelas del bullying.

No estoy para nada de acuerdo con la afirmación “son cosas de niños”, para mitigar la importancia que tiene el acoso. Cuando un niño comienza a acosar, es lo suficientemente mayor para saber distinguir entre el bien y el mal. Por ese motivo, son capaces de castigar duramente a su víctima, y buscar cómplices que le ayuden a perpetrar su acoso. Son niños que, debido a mil causas, no saben empatizar, y utilizan la violencia como método de someter a su voluntad a los demás. Quizás sean comportamientos aprendidos en su propio entorno social o familiar, pero al final quien sufre las consecuencias es la víctima, que es ajena a las miserias personales de quien atenta contra los demás.

Los niños que sufren este tipo de acoso escolar, y los adultos que lo han sufrido y no lo han tratado terapéuticamente, arrastran muchos problemas personales debido a las heridas emocionales causadas por el bullying. La depresión que llegan a sufrir es tan intensa y perpetua, que afectará la vida de quien ha sufrido esta clase de violencia para siempre. Por ello, es fundamental aprender a identificar los casos de acoso, y tratarlos del modo más tajante y efectivo posible.

Las secuelas del bullying son unas psicopatologías difíciles de tratar porque, normalmente cuando se identifica el caso de acoso, la víctima lo ha sufrido durante mucho tiempo, y eso ha generado en ella, unas heridas emocionales tan profundas, que intentar remontarlo requiere de mucho tiempo y esfuerzo terapéutico. Además, está agravado porque la víctima sufre otras psicopatologías relacionadas con el acoso y la depresión que sufre a raíz de ello, como es la ansiedad, la autoestima, los miedos irracionales, o los sentimientos de culpa. Por todo ello, debemos aprender cómo detectar el bullying.

psicólogo emocional online - terapia online

💬 “La terapia online te ayuda a detectar el bullying a tiempo, comprender sus señales y fortalecer tu autoestima para poner límites y pedir ayuda.” – Psicólogo Emocional Online 🌿

Medidas de actuación contra el bullying

Medidas para aplicar en el centro

  • Mejora de las medidas de supervisión y vigilancia. Plan de vigilancia y control. Determinar momentos clave: cambios de clase, tiempo de recreo, entrada y salida, ausencias del profesorado, comedor (si lo hubiera). Actitud activa del profesorado y preparación para actuar. Dividir en zonas el recreo para la vigilancia. Tiempos distintos de recreo según las edades… 
  • Plan de actividades durante el tiempo del recreo: deportivas, talleres…
  • Formación del profesorado para el conocimiento, detección y actuación ante situaciones de acoso escolar.
  • Crear un grupo de profesorado comprometido con la mejora de la convivencia o “círculo de calidad”.
  • Planificar y coordinar el tratamiento del tema desde la tutoría y áreas o materias del currículo.
  • Reuniones con padres y madres, charlas sobre el tema y sobre aspectos de la educación familiar relacionados.
  • Crear un sistema fácil y claro para ayudar a las víctimas a denunciar su situación: Teléfono de ayuda, buzón, disponibilidad de jefatura de estudios, orientador u orientadora o profesorado tutor.

Medidas para aplicar en el aula

  • Acordar normas de aula sobre agresiones y amenazas: Tablón de anuncios. Ejemplos: “No intimidaremos a otros compañeros”, “Intentaremos ayudar a los que sufran alguna agresión”, “No esforzaremos en integrar al alumnado que se aísla con facilidad”… Analizar situaciones: estudios de casos, role-playing o vídeos. Favorecer la empatía. 
  • Prestar atención a las conductas positivas y reforzarlas: Valor del elogio.
  • Establecer las consecuencias que correspondan por el incumplimiento de las normas: reparaciones y sanciones. Los mejores resultados se obtienen con elogios generosos y con sanciones coherentes.
  • Realizar «Asambleas de Clase» para el seguimiento de las normas.
  • Favorecer el aprendizaje cooperativo y el trabajo en grupo.
  • Crear un clima positivo: Organizar actividades colectivas de dinámicas de grupo, excursiones tutoriales, actividades festivas…
  • Realizar reuniones con las familias de la tutoría.
  • Crear la Comisión o el Observatorio de Convivencia del aula: Constituida por el profesorado tutor y el alumnado Ayudante o Mediador del grupo (en el caso de que lo hubiese). Revisar el ambiente de convivencia y las relaciones sociales en el grupo-clase, analizar problemas y situaciones individuales.

Medidas individuales

  • Hablar con la víctima: La importancia de comunicar su situación. Garantizar su protección y seguimiento del problema. Informarle de los pasos que se van a dar.
  • Hablar seriamente con el alumnado agresor: Actuar con rapidez. Mensajes claros. Hablar por separado con agresores, después reunirse en grupo. Si la actitud del alumnado agresor no es positiva, implicar a la junta educativa y a los padres. 
  • Hablar con los padres: ¿Qué pueden hacer los padres del alumnado agresor? ¿Qué pueden hacer los padres de la víctima? 
  • Ayudar a la víctima a integrarse en el grupo. 
  • Trabajar con las familias del alumnado agresor y víctima. 
  • Si el agresor no muestra ningún cambio ni existe cooperación de su familia, se puede barajar su expulsión del centro.

Preguntas frecuentes sobre detectar el Bullying

¿Qué es el bullying?

El bullying es un comportamiento repetido de acoso o intimidación, ya sea físico, verbal o psicológico, hacia una persona con la intención de causarle daño o sufrimiento.

¿Cómo detectar si un niño está siendo víctima de bullying?

Cambios en el comportamiento como aislamiento, tristeza, ansiedad, problemas de sueño, cambios en el rendimiento escolar o lesiones inexplicables pueden ser indicios de bullying.

¿Quiénes pueden ser víctimas del bullying?

Cualquier niño o joven puede ser víctima de bullying, aunque los acosadores suelen elegir personas más vulnerables, con menos apoyo social o características que los diferencian.

¿Qué tipos de bullying existen?

Existen varios tipos, como el físico, verbal, social o psicológico, y el ciberbullying, que ocurre a través de medios digitales.

¿Qué consecuencias tiene el bullying?

Puede provocar ansiedad, depresión, baja autoestima, trastornos del sueño, dificultades sociales y académicas, e incluso pensamientos suicidas en casos graves.

¿Cómo puedo ayudar a un niño que sufre bullying?

Escuchando sin juzgar, buscando ayuda profesional, hablando con la escuela y fomentando la autoestima y el apoyo social del niño.

¿Qué rol tienen los padres en la prevención del bullying?

Los padres deben enseñar valores de respeto y empatía, estar atentos a señales de acoso y colaborar con la escuela para prevenir y actuar ante situaciones de bullying.

Cómo afrontar las secuelas del bullying

Los daños psicológicos y emocionales producidos por el bullying son muy graves. Las víctimas requieren de ayuda profesional para poder afrontar todo ese dolor. La terapia psicológica es el método más eficaz para sanar este tipo de heridas. Aparte de restaurar el estado anímico, se tiene que reconstruir la autoestima y la percepción de si mismo. Además de dar a las víctimas, herramientas para afrontar sus miedos más profundos, y el nivel de ansiedad elevado que llegan a sufrir las víctimas de acoso.

Tanto si el tratamiento se efectúa a un niño, como a un adulto que ha sufrido acoso escolar, las víctimas de bullying necesitarán de una terapia específica que les ayude a sanar todas sus heridas. Para ello se requerirá de tiempo y esfuerzo. No es un camino fácil, aunque es totalmente necesario. Tenemos que aprender cómo detectar el bullying para afrontarlo efectivamente. Nadie debería vivir con esa carga emocional. 

Conclusiones sobre detectar el bullying

Cualquier tipo de acoso es un acto cobarde de quien se sabe más fuerte y quiere deshacerse de sus inseguridades y sus frustraciones, maltratando y sometiendo a alguien más débil. La violencia es un acto de control que hace que la persona agresora se sienta poderosa. Por desgracia, la violencia y los agresores siempre existirán, y siempre encontrarán una víctima. Es por ello que es importante crear planes de actuación que ayuden a prevenir tales actos, y proteger a las víctimas, porque el acoso escolar no es “una cosa de niños”,sino queo es violencia sin sentido, capaz de destruir a la persona que la sufre.

Si un menor ha sufrido tal acoso o bullying, una vez que se ha intervenido, debe ponerse inmediatamente en tratamiento psicológico porque es tal el daño que han sufrido que sino no se trata, les acompañara a lo largo de toda su vida adulta. Es algo muy serio. Por todo ello, debemos aprender cómo detectar el bullying, y afrontarlo con rotundidad.

Para finalizar me gustaría recordar tres frases de  Mahatma Gandhi que se pueden aplicar a cada uno de los tres protagonistas de este terrible problema:

Para el espectador:

         “Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena

Para el agresor:

         “La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia “

Para la víctima

         “no dejes que muera el sol sin que hayan muerto tus rencores”.

Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online

Daniel Molina

Sobre Daniel Molina

Soy Daniel Molina (n.º colegiado: 20237), Psicólogo Clínico especialista en Terapia Online con más de 14 años de experiencia.

Utilizamos cookies para ofrecerte una mejor experiencia. Si continúas navegando, aceptas su uso.
Scroll al inicio