La ansiedad
Entre los problemas psicológicos más frecuente en la población actual encontramos los trastornos relacionados con la ansiedad. En concreto decir que, estos trastornos están en segundo lugar después de los trastornos relacionados con la toma de sustancias, como puede ser el alcoholismo o el tabaquismo. Esta presencia de la ansiedad y sus trastornos en la sociedad actual es digna de ser estudiada adecuadamente, con tal de poder realizar programas preventivos y de actuación ante esta clase de trastornos. Es un problema más serio de lo que las personas quieren creer. Por ello cuídate y vencerás la ansiedad.
Uno de los factores de riesgos más esenciales a la hora de sufrir trastornos de ansiedad, es desatender nuestras propias necesidades vitales y personales, o colocarlas en último lugar en nuestra escala de prioridades. Cuando nosotros dejamos de ser nuestra propia prioridad, y no nos cuidamos, solemos caer en una problemática tan seria como es la ansiedad y sus trastornos.
Cuídate y vencerás la ansiedad
Actualmente todos estamos muy informados acerca de la ansiedad. Se han creado mil y una estrategias para poder abordarla por diferentes ámbitos, como por ejemplo: desde la psicología, la psiquiátrica, las terapias alternativas, etc. Todos estos campos siempre intentan elaborar un tratamiento efectivo para paliar los síntomas y eliminarlos.
Son estrategias que son más o menos efectivas, pero hasta que no se ahonde en las causas de la ansiedad, no se podrá abordar el trastorno de ansiedad que padezca la persona que pide ayuda. No podemos centrarnos únicamente en los síntomas, sino que debemos hacer un trabajo terapéutico que nos ayude a descubrir el porqué de la propia ansiedad. Sólo de ese modo podremos abordar correctamente los trastornos de ansiedad.
Todas las personas que han llegado a desarrollar un trastorno de ansiedad tienen una posible causa común: han dejado de verse a ellos mismos como una prioridad. Han dejado de escucharse y de hacerse caso. Han dejado de lado sus emociones y sus sueños. Tampoco han tenido en cuenta sus necesidades y sus anhelos. En definitiva: se han abandonado.
Si en un tiempo prologando nos dejamos a un lado, saltaran las alarmas previas a la ansiedad. Todo ello está relacionado a estar en un estado de exaltación permanente, donde estamos a pleno rendimiento y soportando una gran presión. Si no tenemos tiempo para nosotros mismos, y para liberar toda esa presión emocional, al final estallamos, e inevitablemente caemos en las garras de la ansiedad. Por ello cuídate y vencerás la ansiedad
Cuando caemos en la ansiedad nuestra mente se encarga de decirnos que no vamos bien, y que debemos parar. Es en esos momentos críticos, debemos detenernos y escucharnos nuevamente. Cuando tenemos en cuenta nuestras emociones los niveles de ansiedad disminuyen. En definitiva, cuídate y vencerás la ansiedad.
Escúchate y escucha tu ansiedad
Ante los síntomas, en muchos casos se prescriben medicamentos que sólo sirven para enmascarar la verdadera causa de la problemática. Es un parche temporal que no sirve para nada. Con este método, la ansiedad siempre vuelve. La única manera efectiva de afrontar los trastornos de ansiedad es la terapia. Y más concretamente la terapia que se enfoca en buscar la raíz de la problemática. Sabiendo la verdadera causa se puede establecer pautas terapéuticas que ayuden a abordar la sintomatología, y por ende la propia ansiedad.
Cuando sufrimos ansiedad, debemos tener en cuenta que ella en sí, es un sistema de alarma que nos indica que tenemos que tomar ciertas decisiones, y sobretodo, hacer ciertos cambios en nuestra vida. Por ese motivo debemos aprender a escucharnos. Seguramente estemos abandonando muchas de nuestras necesidades vitales. Una de las claves en la lucha contra la ansiedad es volver a tomar el control de nuestras vidas, y ello conlleva, que la vivamos tal y como queremos. Cuídate y vencerás la ansiedad
Escucha a tus necesidades
Las necesidades que abandonamos se ayudan de alarmas que aparecen cuando no son satisfechas. Una vez que las hemos satisfecho nos sentimos plenos, tranquilos, y calmados. Nuestra salud mental depende de que nos tratemos adecuadamente, siendo nosotros mismos nuestra primera prioridad. Si no lo hacemos, aparecerán ciertos trastornos físicos, psicológicos y emocionales.
Esas voces interiores nos marcaran siempre el camino a seguir. Como seres individuales, cada uno tenemos nuestras propias necesidades. Por ese motivo eres el responsable último de que tus necesidades vitales están cubiertas.
De nada sirve que ayudes y estés pendiente de otros, y no lo estés de ti. Eso no te aportará ninguna felicidad. Quizás te haga sentir bien a corto plazo, pero a la larga te sentirás desdichado. Todos tenemos sueños, objetivos y metas. También cosas que nos gustan. Necesitamos tiempo y espacio para nosotros mismos. Todo ello forma parte de nosotros, y debemos por nuestro equilibrio interior, no dejar a un lado tales necesidades. Cuídate y vencerás la ansiedad. Si no miramos por nosotros mismos, nadie lo hará.
Cómo podemos vencer los trastornos de ansiedad
El primer paso para abordar la ansiedad es realizar un trabajo personal que nos permita conocernos a nosotros mismos. Esto sólo se consigue escuchándonos, y dejando que nuestras emociones se expresen tal cual. De ese modo podemos llegar a conocer cuál es el origen o la causa de lo que estamos padeciendo. Abordar sólo los síntomas nunca es suficiente, ya que la raíz de la inmensa mayoría de los trastornos de ansiedad está en una insatisfacción vital. Las terapias deben ir dirigidas a esta cuestión. Si no es así, el problema jamás abandonará a la persona que lo sufre, ya que no se abordaría la problemática desde su inicio.
Un tratamiento terapéutico efectivo es aquel que se centra en definir las causas, después abordar la sintomatología, y por último, establecer nuevas metas y cambios en nuestra vida, que nos permitan satisfacer nuestros anhelos más profundos.
Cuando conozcamos las causas de nuestra ansiedad, y podamos controlar sus síntomas, debemos volver a centrarnos en nuestras necesidades. Debemos volver a ponernos a nosotros como prioridad. Es un momento de profundo trabajo reflexivo, en el cual debemos preguntarnos: ¿Qué necesito? ¿Qué es lo que quiero?
Hacerse ese tipo de preguntas, y contar con la ayuda de un psicólogo nos ayudará a superar nuestra ansiedad. Si sufres este tipo de trastornos, no lo dudes, y pide ayuda. También comienza a escucharte, y saber que necesidades tienes que atender. Es el modo más eficaz de vivir sin la temible ansiedad.
Hoy cuidaré de mí mismo
Siempre nos han enseñado que tenemos que estar predispuestos a ayudar. A estar al servicio de los demás. Pero poco nos enseñan a mirar por nosotros mismos antes que por nadie más, sin sentirnos culpables por ello.
Tenemos que ser egoístas en ese caso. Sé que cuando una persona se le define como egoísta, es algo negativo, ya que significa que esa persona no sabe compartir, y sólo piensa en ella. Pero debemos aprender que todos los extremos son malos. Ser una persona totalmente egoísta es malo, igual que una persona totalmente generosa. Tenemos que buscar el equilibrio. Hay momento en los cuales ser generosos, y momentos que debemos ser egoístas y pensar en nosotros mismos. Cuídate y vencerás tu ansiedad.
Soy mi prioridad
Seguramente te has encontrado en situaciones en las que te has visto obligado a decir que no. Son momentos duros en los cuales nos llegamos a sentir culpables. Culturalmente nos han enseñado a ser generosos, pero no nos han enseñado a cuidar de nosotros mismos. No podemos sentirnos culpable por querer cubrir nuestras necesidades. Si nosotros no lo hacemos, nadie vendrá a hacerlo.
Sentirse culpable no es el camino. Debemos atender nuestras necesidades vitales. Debemos aprender a ser un poco egoístas en ese sentido. Las otras personas lo hacen y no se sienten culpable, ¿por qué tú no puedes hacerlo? Lo más seguro es porque te han manipulado de tal forma, que si no cumples las expectativas de los demás, te sientes mala persona. Pero tenemos que tener en cuenta que hemos caído en trampas emocionales. Una o varias personas nos han manipulado para estar siempre dispuestos a cubrir sus necesidades, dejando de lado las nuestras. Por ese motivo, debemos aprender a tomarnos como una prioridad, dejando de lado la necesidades de los demás. Son nuestras y debemos cuidar de ellas. Cuídate y vencerás la ansiedad,
Quiérete y respétate
Si tú mismo eres incapaz de quererte y respetarte, nadie lo hará. Tienes miles de cosas por las que debes preocuparte antes de que por las necesidades de los demás. Ser generosos nos hace sentir bien, pero si nuestra vida se basa en ello, al final nuestra vida pertenece a los demás. Pierdes tu identidad, y tu felicidad llega a depender de los demás. Habremos caído así en relaciones de dependencia, en las cuales nosotros somos quienes cubrimos la necesidades de los demás.
La felicidad reside en nosotros. No podemos sentirnos plenos si no nos queremos y nos respetamos. No necesitamos preocuparnos siempre en los demás. Debemos preocuparnos por nosotros mismos. Todo el mundo tiene problemas y todos los resolvemos de una forma u otra. No tenemos que estar siempre disponibles para los demás.
Cada persona debe luchar sus propias batallas. Todos tenemos el derecho de vivir nuestras propias experiencias. De caernos y volvernos a levantar. No necesitamos que nadie nos cuide eternamente y durante todo el tiempo. Así que deja de tomar el papel de “bastón” para los demás, y empieza a cuidarte a ti mismo. Cuídate y vencerás la ansiedad
Ayuda pero sé ayudado
Todos tenemos muy claro el concepto de dar y compartir, pero no tanto el hecho de recibir. Tenemos que ayudar, pero también tenemos que ser ayudados. Si no es así, quizás debería replantearte algunas relaciones. No puedes dar y no recibir cuando lo necesites.
De igual modo, debemos tener en mente que si ayudamos, también nos tenemos que ayudar a nosotros mismos. Y eso tenemos que hacerlo sin sentirnos culpables de ello. Tenemos que tratarnos como prioridad y ser algo egoístas. No es sano ser siempre generosos.
No caigas en relaciones basadas en la dependencia. Son totalmente tóxica y lleva a la destrucción emocional de las personas implicadas. Date tu tiempo y tu espacio. Quien no respete eso, no merece tu atención. Las relaciones sanas se basan en querer que la otra persona sea feliz y se desarrolle adecuadamente, no convirtiéndose en un objeto para cubrir las necesidades de los demás. Huye de esta clase de relaciones.
Quizás ha llegado el momento en el cual debes ser algo egoísta y cuidarte. Si en este proceso alguien te techa de ser egoísta, dile que sí, lo eres. Pero lo eres porque te quieres, te respetas y te valoras. Dile que vas a pensar en ti antes que en los demás, porque también de lo mereces. Porque tú lo eres todo para ti. Cuídate y vencerás la ansiedad.
Daniel Molina, Psicólogo Emocional Online